¿Sabías que el revestimiento de tus intestinos posee criaturas microscópicas? Estos organismos crean un micro-ecosistema que se llama microbioma, la cual puede repercutir en tu estado de ánimo y comportamiento —entre otros beneficios—, según expertos de la Clínica Mayo.

El microbioma tiene la clave de por qué algunas personas son más propensas a ciertas enfermedades que otras: influyen en el metabolismo, los ciclos del sueño y muchas otras funciones. 

Hay dos maneras de mantener ese equilibrio: ayudar a los microbios que ya están ahí a crecer alimentándolos con lo que les gusta —prebióticos— y agregar microbios vivos directamente en el sistema —probióticos—. Una de las alternativas de probióticos más conocidas es el yogur, pero también se encuentran en los alimentos fermentados naturalmente.

“Los alimentos fermentados se conservan mediante un proceso antiguo que no solo aumenta la vida útil y el valor nutricional de los alimentos, sino que también puede proporcionar a tu cuerpo una dosis de probióticos saludables, esos microorganismos vivos cruciales para una digestión saludable”, dijo David Ludwig, profesor de nutrición en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard.

Recomendaciones

No todos los alimentos fermentados son iguales. Los alimentos que le dan a tu cuerpo las bacterias «buenas» son los fermentados con procesos naturales, ricos en probióticos

“Para asegurarte de que los alimentos fermentados que elijas contienen probióticos, busca las palabras «fermentado naturalmente» en la etiqueta. Y cuando abras el frasco, observa si hay burbujas reveladoras en el líquido, que indican que hay organismos vivos dentro del frasco”, señaló.

Especialistas en salud recomiendan preparar los propios alimentos fermentados naturalmente.

 

Vía: Hola Doctor