Aunque su aspecto no es muy agradable y su sabor cambia ligeramente, el ajo negro aporta muchos beneficios, así como el ajo blanco. Existe una gran diferencia debido a que posee un compuesto adicional, llamado S-alil-cisteína. Este lo vuelve más efectivo, permite que el cuerpo absorba mejor sus nutrientes esenciales y le otorga casi el doble de antioxidantes.
Su elaboración le confiere altos niveles de vitamina C y alicina, compuestos que refuerzan sus propiedades antioxidantes. Algunas especialistas señalan que posee hasta 7 veces más polifenoles que el ajo blanco, compuestos encargados de defender al cuerpo contra la acción oxidativa de sustancias dañinas, llamadas radicales libres.
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Otros beneficios
- Este alimento fortalece nuestro sistema inmunológico al estimular la actividad de los glóbulos blancos, responsables de nuestras defensas. También posee propiedades antivirales y antibacterianas (gracias a la presencia de ajoene y sulfuro de dialilo) que nos protegen contra ciertas infecciones, incluso de aquellas resistentes a los antibióticos.
- Algunos ensayos vincularon su consumo con el de las aspirinas en dosis bajas. Esto se debe a que el ajo negro reduce los niveles de homocisteína de la sangre, un compuesto que daña la salud arterial y estimula la acumulación de colesterol. Además, este alimento también aumenta la producción de sulfuro de hidrógeno, una sustancia que mejora la circulación sanguínea.
- Sus beneficios sobre la salud cardiovascular también son de ayuda para controlar las migrañas. Gracias a sus propiedades vasodilatadoras, el ajo negro mejora la circulación sanguínea y así, reduce la presión arterial, un factor clave en el desarrollo de los dolores de cabeza.
Recuerda que ningún remedio natural sustituye a un tratamiento médico. Consulta a un especialista si tienes dudas y mantén una buena alimentación.
Vía: Hola Doctor