Se conoce como hipotiroidismo a la enfermedad que se caracteriza por la disminución de la actividad funcional de la glándula tiroides y el descenso de secreción de algunas hormonas importantes. Cuando un bebé nace con este padecimiento, recibe el nombre de hipotiroidismo congénito.
La glándula tiroides se encuentra ubicada debajo de la piel y de los músculos en la parte anterior del cuello. Se encarga de ayudar al cuerpo a realizar varias funciones importantes, como crecer, regular la energía y el desarrollo sexual.
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Cuando los bebés que la padecen no reciben el tratamiento oportuno, pueden desarrollar discapacidades mentales permanentes. También pueden tener poco apetito y problemas para respirar. De ahí la importancia de detectarla y tratara a tiempo.
¿Cuáles son sus síntomas?
Algunas de las principales señales que se pueden observar en bebés que padecen hipotiroidismo congénito son:
1. Presentar un color amarillento en la piel o en la parte blanca del ojo (ictericia).
2. Dormir durante más tiempo seguido o más a menudo de lo normal.
3. Estreñimiento.
4. Fontanela grande en la cabeza.
5. Lengua grande e hinchada.
6. Escaso tono muscular (flacidez).
7. Hinchazón alrededor de los ojos.
8. Crecimiento escaso o lento.
9. Piel fría y pálida.
10. Abdomen grande con el ombligo proyectado hacia delante.
¿Cuál es su causa?
En la mayoría de los casos, esta enfermedad ocurre porque la glándula tiroidea no se forma correctamente durante el embarazo. Al nacer, el bebé puede no tener glándula tiroidea o bien tener una glándula pequeña, solo parcialmente desarrollada.
En algunos casos pocos frecuentes, el bebé puede contar con una glándula tiroidea completamente desarrollada, pero que no es capaz de fabricar cantidades normales de hormona tiroidea.
¿Cómo pueden los padres ayudar a su hijo?
Cuando los niños presentan esta enfermedad, es clave que sus padres les den la hormona tiroidea siguiendo las indicaciones del médico.
Asimismo, el médico deberá ver al infante regularmente para estar seguro de que el medicamento que toma está funcionando bien y para ajustar la dosis a mediada que el niño vaya creciendo. Los padres deben asegurarse de asistir a todas las visitas de seguimiento.
Vía: Kid’s Health