En un nuevo estudio publicado en la revista Journal of the American Heart Association, investigadores de la Universidad de Carolina del Sur (Estados Unidos) informan que el ejercicio aeróbico mejora de forma significativa la resistencia y la capacidad de caminar de las personas que sobreviven a unevento vascular cerebral (EVC).
Los especialistas analizaron 19 estudios que incluyeron a casi 500 sobrevivientes de EVC, de entre 54 y 71 años de edad. Todos completaron programas de ejercicio aeróbico similares a los diseñados para rehabilitación cardíaca.
Los pacientes realizaron dos o tres ejercicios aeróbicos a la semana durante alrededor de tres meses. Caminar fue el tipo de actividad más común, seguida del ciclismo estacionario y el ejercicio aeróbico mixto. La resistencia y la velocidad de marcha de los pacientes fueron evaluadas antes y después de completar los programas.
En general, los pacientes tuvieron mejoras significativas. Después de completar la terapia, caminaron una distancia promedio de casi la mitad de un campo de fútbol durante una prueba de caminata de seis minutos. Quienes tenían problemas leves con el movimiento mostraron los mejores resultados.
«Estos beneficios se obtuvieron independientemente del tiempo transcurrido desde su accidente cerebrovascular», dijo Elizabeth Regan, autora principal del estudio y candidata al doctorado en ciencias del ejercicio en la Universidad de Carolina del Sur.
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Ejercicios que aportaron los mayores beneficios
El ejercicio aeróbico mixto aportó la mayor mejora, seguido de caminar, andar en bicicleta y caminar de forma reclinada, actividad que se realiza mediante una máquina que permite caminar mientras se está sentado.
«Nuestro análisis incluyó a los sobrevivientes de un accidente cerebrovascular en un amplio rango, desde menos de seis meses hasta más de un año desde su EVC, y los beneficios se observaron cuando comenzaron un programa de ejercicio aeróbico un mes o un año después de sufrir el accidente cerebrovascular», detalló Regan.
El EVC o infarto cerebral es la principal causa de discapacidad en países como Estados Unidos. Los sobrevivientes de esta afección suelen recibir terapia física para mejorar el deterioro físico. El enfoque actual de la rehabilitación de un accidente cerebrovascular no toma en cuenta la aptitud aeróbica.
«La terapia física que actualmente brindamos a los pacientes después de un derrame cerebral se enfoca más en mejorar su capacidad de moverse y de hacerlo bien, en lugar de aumentar la distancia y la longitud en la que pueden moverse», indicó Regan. «No importa qué tan bien puedas caminar si tu nivel de resistencia te mantiene en casa».
Stacy Fritz, coautora del estudio y profesora asociada de ciencias del ejercicio en la citada universidad, dijo que los programas de rehabilitación cardíaca pueden ofrecer beneficios a los pacientes con accidente cerebrovascular que tienen riesgos de salud y pérdidas de resistencia similares a las de los participantes tradicionales de rehabilitación cardíaca.
«Casi todos los hospitales cuentan con un programa de rehabilitación cardíaca, por lo que es una plataforma existente que podría utilizarse para los sobrevivientes de derrames cerebrales. Encauzar a los pacientes con EVC en estos programas existentes sería una solución fácil y rentable con beneficios a largo plazo», concluyó Fritz.
Vía: Health Day News