El pie plano ocurre cuando uno o ambos pies poseen un arco menos pronunciado o más plano de lo normal, así lo indica el Instituto para la Salud Preventiva del Pie.
Los arcos de los pies brindan una especie de resorte a cada paso que damos, y ayudan a distribuir el peso corporal a través de los pies y las piernas. La estructura de estos arcos determina cómo camina una persona, por lo que deben ser resistentes y flexibles para adaptarse al estrés y a una variedad de superficies.
Cuando las personas sufren de pie plano, sus pies pueden rotar hacia el lado interno cuando se encuentran de pie y caminando. Esto se conoce como sobrepronación, y también puede hacer que los pies apunten hacia afuera.
Tan solo en Estados Unidos, alrededor de 18 millones de adultos padecen la condición. No obstante, el instituto afirma que los casos que no se heredan y es posible prevenirlos de la siguiente manera:
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- Usar calzado bien diseñado.
- Buscar que la parte delantera del zapato sea de punta ancha.
- Buscar que el calzado a elegir posea contadores de talón sólidos en su parte trasera.
- Evitar los tacones altos y los zapatos que estresan el antepié.
En algunos casos, el instituto recomienda el uso de ortesis (conocidas popularmente como plantillas) o de soportes de arco, ya que pueden ser muy efectivos.
RECUERDA: El pie plano solo necesita tratamiento si ocasiona algún tipo de molestia o incomodidad, si indica un trastorno subyacente o si provoca dolor en otras partes del cuerpo. Algunas personas parecen tener un arco muy bajo o ningún arco en absoluto sin que experimenten problemas.
Sin embargo, cuando los pies planos causan síntomas, dispositivos como los mencionados anteriormente y realizar ejercicios simples pueden ayudar a minimizar las molestias.