Acudir a una revisión médica de forma periódica es una recomendación no solo para los padres que tienen bebés, sino para las personas de todas las edades.
Se trata de una inmejorable oportunidad de conocer el estado de salud actual, asesorarse sobre hábitos saludables y, en algunos casos, poder detectar una enfermedad o afección de forma oportuna.
En el caso de los bebés menores de 2 años de edad, comúnmente los médicos suelen recomendar a los padres llevarlos a una revisión médica a los 12, 15, 18 y 24 meses.
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Sin embargo, el número de visitas al médico puede variar si el pequeño presenta síntomas o enfermedades como resfriados.
¿Qué sucede durante estas revisiones?
En esta edad, cuando se trata de una revisión médica de control -o de rutina- el médico se centra en verificar que el pequeño no se haya saltado alguna vacuna, si le han detectado algún problema que merece una atención especial y resolver las dudas de los padres.
La revisión en menores de 2 años de edad puede incluir los siguientes aspectos:
-Medición de estatura, peso corporal y perímetro craneal del niño. Estas medidas sirven para informar sobre cómo está creciendo el niño.
-Exploración física completa.
-Se revisa el desarrollo del niño a través de la observación y de lo que los padres quieran compartir sobre sus avances. Es posible que el médico pregunte a los padres cuestiones sobre su hijo como las siguientes: ¿Está empezando a caminar? ¿Hace garabatos? ¿Sigue instrucciones sencillas? ¿Dice unas pocas palabras? ¿Combina palabras?
-El médico hablará con los padres sobre los hábitos alimentarios del niño. Puede realizar preguntas como: ¿Está comiendo una amplia variedad de alimentos? ¿Come con las manos? ¿Utiliza la cuchara? ¿Utiliza tazas? ¿Ha dejado ya el biberón?
-El médico informará a los padres sobre qué esperar en los meses que se avecinan.
Visitas de emergencia
Aunque no haya visitas programadas o no se tenga una cita, es importante que los padres acudan con su hijo al médico cuando sospechen que algo va mal con su salud, o cuando el pequeño presente los siguientes signos:
-Tiene fiebre.
-Luce enfermo.
-Presenta importantes problemas para dormir.
-Rechaza la comida o la bebida.
-Vomita con frecuencia o tiene diarrea.
Vía: Kid’s Health