Definición: La preeclampsia es una condición médica específica del embarazo que se caracteriza por hipertensión arterial persistente, generalmente acompañada de la presencia de proteína en la orina. Puede afectar múltiples órganos y sistemas del cuerpo, como los riñones, el hígado, el cerebro y el sistema cardiovascular. Se desarrolla después de las 20 semanas de embarazo pero también puede presentarse hasta la semana 6 posterior al parto.
¿Cuáles son los factores de riesgo de la preeclampsia?
No está claro por qué algunas mujeres desarrollan preeclampsia. Los médicos se refieren a «alto riesgo» y «riesgo moderado» de preeclampsia.
Los factores que pueden colocarlo en la categoría de «alto riesgo» incluyen:
- Preeclampsia en un embarazo anterior
- Tener más de un feto (gemelos, trillizos o más)
- Hipertensión crónica
- Nefropatía
- Diabetes mellitus
- Condiciones autoinmunes, como el lupus (lupus eritematoso sistémico)
- Tener múltiples factores de riesgo moderados (ver más abajo)
Los factores que pueden colocarlo en la categoría de «riesgo moderado» incluyen;
- Estar embarazada por primera vez
- Estar embarazada más de 10 años después de su embarazo anterior
- Índice de masa corporal (IMC) superior a 30 (obesidad)
- Antecedentes familiares de preeclampsia (madre o hermana)
- Tener 35 años o más
- Fecundación in vitro (FIV)
Los signos y síntomas de la preeclampsia pueden incluir presión arterial alta, hinchazón en manos, pies y cara, aumento arrepentido de peso, dolores de cabeza intensos, visión borrosa, dolor abdominal intenso y disminución de la producción de orina. Es importante destacar que algunas mujeres no pueden presentar síntomas evidentes, por lo que los controles regulares son cruciales para detectarla.
Prevención: Aunque no hay una forma garantizada de prevenir la preeclampsia, se ha observado que el cuidado prenatal adecuado y la atención médica regular pueden ayudar a identificar los factores de riesgo y tomar medidas preventivas. Esto puede incluir monitorear la presión arterial, realizar análisis de orina para detectar proteínas, seguir una dieta saludable y controlar el aumento de peso.
Complicaciones maternas y fetales: La preeclampsia puede tener consecuencias graves tanto para la madre como para el feto. En la madre, puede provocar daño a órganos como los riñones, el hígado y el cerebro. También aumenta el riesgo de desarrollar complicaciones cardiovasculares a largo plazo. Para el feto, la preeclampsia puede interferir con el y crecimiento adecuado, aumentar el riesgo de parto prematuro y afectar la oxigenación y nutrición del bebé.
Reclasificación posparto: La preeclampsia no desaparece inmediatamente después del parto. En algunos casos, puede empeorar después del parto, lo que se conoce como eclampsia posparto. Por lo tanto, es importante seguir vigilando y controlando la presión arterial y los síntomas incluso después del parto, para asegurarse de que la madre se recupere adecuadamente.
Bibliografía:
FAQs
Preeclampsia and High Blood Pressure During Pregnancy
Hipertensión gestacional y preeclampsia: Boletín de práctica de ACOG, número 222. Obstetricia y Ginecología 135(6):p e237-e260, junio de 2020. | DOI: 10.1097/AOG.0000000000003891