¿Has observado que muchos pequeñines muerden? Pongamos este ejemplo: Estás disfrutando de una tarde soleada en el patio de juegos con tu hijo, cuando de repente ves a tu niño con los dientes incrustados en el brazo de un compañero de juego. Horrorizada, te apresuras a disciplinar a tu pequeño vampiro, pero ¿cuál es la mejor forma de manejar esta situación?
Morder es una parte normal del desarrollo infantil. Los niños pequeños muerden por una variedad de razones distintas, ya sea porque les están empezando a salir sus dientes, para llamar la atención o para comunicar sus sentimientos. Muchos niños que tienen entre 1 y 3 años pasan por una fase donde se la pasan mordiendo, la cual finalmente superan.
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Aún así, morder es algo que no quieres alentar a que suceda en el cotidiano. Afortunadamente, existen formas de disuadir a tu pequeño mordelón para evitar que hunda sus dientes en todo lo que camina y habla.
Por ello, para abordar el hábito de morder de tu hijo, la Asociación Nacional para la Educación de los Niños Pequeños, en Estados Unidos, sugiere lo siguiente:
- Observa a tu hijo para saber dónde, cuándo y en qué situaciones ocurre la mordedura.
- Presta atención a las señales. Si tu pequeño parece listo para morder, debes intervenir inmediatamente.
- Sugiérele a tu hijo formas apropiadas de expresar sentimientos fuertes.
- Enséñale a tu hijo palabras para establecer límites, como «no», «detente» o «eso es mío».
Vía: Health Day News / WebMD