La venta de los cosméticos está muy poco regulada a nivel internacional, ya que los productos de calidad cuestionable pueden permanecer en los estantes de las tiendas y en los sitios de comercio electrónico, pese a las quejas de las usuarias y usuarios. Incluso cuando los consumidores reportan problemas, ni siquiera en países como Estados Unidos es posible emitir un retiro, pues solo se puede recomendar uno.
En esta nación, la agencia reguladora es la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). En casos como el antes mencionado, la FDA no exige que las compañías de cosméticos presenten informes sobre las quejas de los consumidores, y las personas que experimentan problemas podrían no darse cuenta de que deben comunicarse con la agencia y con la compañía de cosméticos. Dicha problemática es prácticamente la misma en mucho otros países, incluido el nuestro.
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Entonces, ¿qué puedes hacer? Si sufres una reacción o un problema con un producto cosmético, primero deja de usarlo y comunícate con tu médico para ver si requieres atención médica. Después, reporta el problema a tu agencia reguladora local. En México está la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) y la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO).
Infórmales sobre las reacciones negativas que hayas tenido a un cosmético, como erupción en la piel, quemaduras, pérdida de cabello, dolor de cabeza, infección o enfermedad, o cualquier otra reacción inesperada, ya sea que necesites o no tratamiento. También repórtales cualquier problema que notes con un cosmético en sí mismo, como mal olor, cambio de color, signos de contaminación o material extraño.
Vía: Health Day News