Cuando alguien experimenta ansiedad, su cuerpo comienza a liberar hormonas del estrés, las cuales activan el sistema nervioso simpático y desencadenan la respuesta de lucha o huida del cuerpo, cuya función es mantener a las personas a salvo de posibles amenazas, preparándolas físicamente para quedarse y luchar contra el problema o para huir de él. Tal aumento hormonal ocasiona varios efectos físicos; por ejemplo, un estudio publicado en la revista Cureus sugiere que una de estas hormonas, el factor liberador de corticotropina (CRF, por sus siglas en inglés), afecta el sistema digestivo y puede conducir a la supresión del apetito.
Otra hormona, el cortisol, aumenta la secreción de ácido gástrico para acelerar la digestión de los alimentos para que la persona pueda luchar o huir de manera más eficiente. Por ello, es común que la ansiedad ocasione cambios en el apetito.
Algunas personas con ansiedad tienden a comer en exceso o a consumir muchos alimentos poco saludables. Otras, sin embargo, pierden el deseo de comer cuando se sienten estresadas y ansiosas.
De acuerdo con el doctor Timothy Legg, enfermero familiar y de geriatría especializado en enfermería psiquiátrica y salud mental, las personas que experimentan una pérdida de apetito debido a la ansiedad deben tomar medidas para abordar el problema, ya que esta falta de apetito puede provocar problemas de salud a largo plazo.
Por ello, y con el aval del doctor Legg, te mencionamos algunos posibles remedios y tratamientos para hacerle frente a esta condición:
1. Comprende tu ansiedad
El simple hecho de darse cuenta de que las fuentes de estrés son capaces de desencadenar sensaciones físicas puede ayudar a reducir la ansiedad y sus síntomas.
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2. Aborda las fuentes de ansiedad
Identificar los desencadenantes de ansiedad y lidiar con ellos puede ayudarte a recuperar el apetito. Siempre que sea posible, debes trabajar para eliminar o reducir los factores estresantes.
Si esto resulta desafiante, puedes considerar trabajar con un terapeuta que te ayude a controlar los factores desencadenantes de la ansiedad.
3. Practica el manejo del estrés
Existen varias técnicas que pueden reducir o controlar eficazmente los síntomas de ansiedad, incluida la pérdida de apetito. Ejemplos de ellas incluyen:
- Ejercicios de respiración profunda
- Práctica de imágenes guiadas
- Meditación
- Atención plena (mindfulness)
- Relajación muscular progresiva
4. Elige alimentos nutritivos y fácilmente digeribles
Si eres una persona que no puede comer mucho, debes asegurarte de ingerir alimentos que sean ricos en nutrientes. Algunas buenas opciones incluyen:
- Sopas que contienen una fuente de proteínas y una variedad de verduras.
- Batidos sustitutivos de comidas.
- Batidos que contienen frutas, vegetales de hoja verde, grasas y proteínas.
También es una buena idea optar por alimentos fácilmente digeribles que no alteren todavía más tu sistema digestivo. Ejemplos de ellos incluyen arroz, papa blanca, vegetales al vapor y proteínas magras.
Las personas con síntomas de ansiedad también pueden hallar beneficios al evitar los alimentos ricos en grasas, sal o azúcar, así como los alimentos ricos en fibra, que pueden ser difíciles de digerir.
También es recomendable limitar el consumo de bebidas que contienen cafeína y alcohol, ya que suelen causar problemas digestivos.
Vía: Medical News Today