,

La lechuga romana es un vegetal que proviene de la misma familia de plantas a la que pertenece la lechuga, así lo indica el portal especializado en salud Medical News Today.

Es una verdura de hoja verde crujiente con alto valor nutricional. Su contenido de vitaminas y minerales ofrece una variedad de beneficios para la salud, y existen muchas formas simples de agregarla a la dieta. Su nombre «romana» sugiere que podría haberse originado en Roma, y se sabe que crece bien en el clima mediterráneo.

Las hojas de lechuga romana son largas y afiladas hacia la raíz. La parte superior de las hojas es de un color verde más profundo y más endeble que las hojas inferiores. Hacia el fondo de la lechuga, las hojas se vuelven más resistentes y tienen costillas gruesas y blancas que contienen un líquido ligeramente amargo. Esto le da a la lechuga romana su sabor distintivo.

La cantidad de este líquido amargo aumenta todavía más por debajo del tallo, por lo que algunas personas tiran la parte más gruesa de las hojas para evitar esta amargura.

Información nutricional

La lechuga romana aporta vitaminas, minerales y fibra.

Por ejemplo, una porción de ensalada de 70 gramos (g) de lechuga romana contiene:

  • 65.4 g de agua
  • 13.3 kilocalorías
  • 1 g de proteína
  • 2.7 g de carbohidratos
  • 2.2 g de fibra
  • 43.4 miligramos (mg) de calcio
  • 0.6 mg de hierro
  • 14 mg de magnesio
  • 24.5 mg de fósforo
  • 229 mg de potasio
  • 17.5 mg de sodio
  • 90.3 microgramos (mcg) de folato
  • 194 mcg de vitamina A
  • 8.1 mg de vitamina C
  • 2.32 mcg de betacaroteno
  • 147 mcg de vitamina K

Conoce más: Hierba de eneldo y sus beneficios para la salud

Posibles beneficios a la salud

La lechuga romana es adecuada para personas que desean perder peso, ya que posee una alta densidad de nutrientes y un bajo contenido calórico. Sin embargo, puede ser una adición sabrosa y saludable a cualquier comida y plan de alimentación.

Los nutrientes y minerales que contiene pueden aportar beneficios a cualquier persona que la coma regularmente. Algunos de ellos incluyen:

  • Actúa como antioxidante.- El contenido antioxidante de la lechuga romana puede apoyar al sistema inmunológico de una persona y protegerlo contra diversos problemas de salud.
  • Protege la salud cardiovascular.- Los altos niveles de potasio en la lechuga romana pueden ayudar a mantener la salud cardiovascular, pues ayuda a que los músculos del corazón se contraigan de forma regular y adecuada. Además, las vitaminas antioxidantes A y C en la lechuga pueden ayudar a prevenir la acumulación de colesterol la formación de placa en las arterias. El folato en la lechuga romana también puede ayudar a prevenir complicaciones cardíacas graves, además de que contiene algo de fibra, que juega un papel clave en el mantenimiento de los niveles saludables de colesterol.
  • Protege la salud ocular.- La vitamina A en la lechuga romana puede ayudar a prevenir afecciones oculares como cataratas durante el envejecimiento. También aporta betacaroteno, convirtiéndola en una excelente opción para las personas que desean mejorar la salud ocular.
  • Ayuda a prevenir el cáncer.- Los antioxidantes y el folato dentro de la lechuga romana podrían ayudar a proteger el cuerpo contra el cáncer.

RECUERDA: La lechuga romana debe comerse unos días después de haberla comprado. Cuanto más frescas sean las hojas, más nutrientes te otorgarán. Al elegir esta lechuga en la tienda, el mercado o el tianguis, siempre busca hojas sanas y crujientes.

Lava a fondo la lechuga antes de utilizarla quitando cada hoja y enjuagando cualquier residuo o suciedad de su superficie. Asimismo, remoja brevemente la verdura en agua y masajea suavemente las hojas para eliminar la suciedad, luego sécala con un paño de cocina o en una ensaladera.

Puedes cortar las hojas o usarlas enteras, dependiendo de tu preferencia personal o de la receta.

 

Vía: Medical News Today