Mediante un estudio publicado recientemente en la revista New England Journal of Medicine, médicos de Texas informaron que un bebé de 3 semanas de edad con COVID-19 y en estado crítico pudo recuperarse de la enfermedad con éxito tras recibir tratamiento.
Este es uno de los primeros casos registrados de esta índole, indicó el equipo de médicos del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en Houston (UTHealth).
También dijeron que la creencia inicial de que los niños no corren el riesgo de una condición grave por COVID-19 ha sido refutada a medida que se ha recopilado más información referente a la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
«Todavía estamos en fases muy tempranas respecto a la investigación y los datos disponibles sobre COVID-19, y como proveedores, debemos estar conscientes de que los niños pueden enfermarse gravemente por este virus», indicó el doctor Alvaro Coronado Muñoz, primer autor del estudio y profesor asistente de medicina pediátrica de cuidados críticos en UTHealth.
«Es importante que los padres comprendan que no deben retrasar la búsqueda de atención para sus hijos si hay fiebre o problemas para respirar», subrayó Coronado.
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En el informe de caso del equipo, el niño llegó a un hospital con congestión nasal, respiración y frecuencia cardíaca rápidas, alimentación reducida, temperatura de 36 grados Celsius y baja saturación de oxígeno. El niño fue transferido a una unidad de cuidados intensivos pediátricos (UCIP), y llegó ahí con presión arterial baja, hipotermia y frecuencia cardíaca y respiración rápidas.
Las radiografías de pulmón revelaron signos de neumonía. En lugar de esperar los resultados de la prueba de hisopo nasal que podría llevar semanas, los médicos tomaron medidas inmediatas.
Coronado dijo que después de ver las radiografías de pulmón, «sospechamos de inmediato que podría ser el coronavirus. Tomamos precauciones tempranas para proteger a nuestro equipo y evitar la propagación a los proveedores de atención médica».
Debido a que el bebé tenía insuficiencia respiratoria grave y posiblemente había adquirido COVID-19, fue colocado en un ventilador mecánico durante cinco días y recibió tratamiento con los medicamentos hidroxicloroquina y azitromicina durante dicho período de tiempo.
Después de cinco días, el bebé fue dado de alta de la UCIP. El día nueve, el bebé se recuperó y fue enviado a casa sin oxígeno suplementario.
«Aunque este caso se limita a un solo paciente, ilustra que los casos graves de COVID-19 en niños pueden ocurrir, pero también se pueden manejar con éxito», aseguró Coronado.
Vía: Health Day News