De acuerdo con la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), aunque no se sabe con plena exactitud qué tanto ayudan las máscaras faciales y el distanciamiento físico para prevenir el contagio por COVID-19, sí sabemos que estas medidas son sumamente necesarias para reabrir la economía de la manera más segura posible, pues son nuestra mejor oportunidad de mantenerla abierta. Por ello, para el regreso al trabajo, todos deben cumplir rigurosamente con tales medidas.

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El coronavirus se propaga cuando alguien respira el virus que una persona infectada emite al toser o estornudar, o cuando habla o respira, o cuando una persona toca una superficie contaminada y luego toca sus ojos, nariz o boca. El distanciamiento físico de al menos 2 metros y el uso de una máscara facial de tela ajustada que cubra la nariz y la boca pueden ayudar a prevenir la propagación. (Recuerda que las máscaras N95 de grado médico son más efectivas que las máscaras de tela, pero son escasas y deben reservarse para los trabajadores de la salud).

Investigadores de la Universidad de Columbia reiteraron recientemente la importancia de estos comportamientos que promueven la salud. Para ello, reportaron que en Estados Unidos 36,000 personas menos habrían muerto durante el brote de coronavirus si las medidas de distanciamiento físico hubieran comenzado una semana antes. Y si el distanciamiento físico hubiera iniciado dos semanas antes, podría haberse evitado la muerte de 54,000 personas.

 

Vía: Harvard Medical School