Los callos (más pequeños que las callosidades con un centro duro rodeado de piel inflamada que puede causar dolor) y las callosidades (que rara vez son dolorosas) son capas de piel duras y gruesas que se forman cuando la piel intenta protegerse de la fricción y la presión. Casi siempre se forman en los dedos de las manos o de los pies, y tanto los callos como las callosidades pueden ser desagradables.
Debido a la cuarentena por COVID-19, quizás has tenido que realizar con más frecuencia actividades que implican que haya más fricción/presión en la piel de tus manos y pies, como labores generales de mantenimiento del hogar, estar siempre descalzo(a) dentro de tu casa, etc., o simplemente caminar o apoyar los pies a diario con un calzado inadecuado.
Si eres una persona sana, solo necesitas tratamiento para los callos y callosidades si te generan incomodidad. Para la mayoría de las personas, el simple hecho de eliminar la fuente de fricción o de presión hace que estas capas de piel desaparezcan.
Por ello, aquí te dejamos algunos consejos que pueden ayudarte a prevenir los callos y callosidades durante la cuarentena por COVID-19:
- Utiliza zapatos que tengan amplio espacio para los dedos. Si no puedes mover los dedos debido a que tus zapatos están muy ajustados, pídele a un zapatero que te los estire en la parte que te aprietan o te pinchan.
- Utiliza recubrimientos de protección. Utiliza plantillas de fieltro, plantillas para callos no medicinales o vendas en los lugares en los que el calzado te apriete. También puedes probar separadores de dedos o colocarte alguna lana de oveja entre los dedos del pie.
- Utiliza guantes acolchados cuando uses herramientas manuales. Intenta recubrir tus herramientas o utensilios manuales con cinta de tela o con algún revestimiento.
RECUERDA: Si tienes diabetes o alguna otra enfermedad que disminuya la circulación de la sangre hacia tus pies, estás en mayor riesgo de tener complicaciones debido a los callos y callosidades, que a su vez pueden agravarse si adquieres el nuevo coronavirus. Por tal motivo, consulta a tu médico sobre el cuidado adecuado de los callos y callosidades si tienes diabetes u otra enfermedad crónica.
Vía: Mayo Clinic