Un nuevo estudio preliminar publicado en el sitio web arXiv, explica cómo el coronavirus se «engancha» a las gotas liberadas por una persona cuando tose, estornuda, habla o vocaliza y logra viajar dentro de una habitación.
Los científicos de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos) esperan que su trabajo ayude a las escuelas y a las empresas a tomar medidas para reducir la posibilidad de transmisión de COVID-19 conforme se sigan reabriendo dichos espacios.
Para el trabajo, crearon un modelo para determinar cómo viajan estos aerosoles en espacios interiores tales como habitaciones, ascensores y supermercados. También compararon cómo le fue al virus en varios tipos de ventilación y con diferente espaciamiento entre las personas dentro de una habitación.
«Se ve a mucha gente hablando sobre los riesgos de quedarse en espacios confinados, pero nadie habla de cantidades», señaló Jiarong Hong, profesor asociado de ingeniería mecánica y coautor del estudio.
«Creo que la mayor contribución que hemos hecho es combinar mediciones muy precisas y simulación computacional de dinámica de fluidos para brindar una estimación muy cuantitativa de los riesgos», agregó el especialista.
Los investigadores descubrieron que una buena ventilación puede filtrar parte del virus, pero también puede dejarlo en la superficie.
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En un aula, realizaron una simulación en la que un maestro asintomático habló durante 50 minutos seguidos. Se encontró que solo el 10% de los aerosoles se filtraron. La mayoría de las partículas permanecieron en las paredes.
«Debido a que esta es una ventilación muy fuerte, pensamos que expulsaría muchos aerosoles. Pero el 10% es realmente un número pequeño», comentó Suo Yang, profesor asistente de ingeniería mecánica y coautor de la investigación.
El experto destacó que la ventilación forma vórtices, lo que significa que los aerosoles expulsados rotan dentro de esos vórtices en lugar de salir.
«Cuando chocan con la pared, se adhieren a la pared», añadió Yang. «Pero, debido a que básicamente están atrapados en este vórtice, es muy difícil para ellos alcanzar el respiradero y realmente salir».
Los investigadores siguieron el flujo de aire para encontrar puntos calientes del virus donde los aerosoles se congregaban en la habitación. También encontraron que, por ejemplo, los aerosoles se extendieron significativamente menos en todo el espacio cuando el maestro se colocó directamente debajo de una ventilación de aire.
Los investigadores esperan que la combinación correcta de ventilación y diseño interior pueda disminuir la propagación del virus y ayude a evitar estas zonas calientes.
«Después de que nuestro trabajo termine, creo que más personas pedirán ayuda puesto que muchas empresas tendrán esta necesidad durante sus reaperturas: cines, teatros, cualquier lugar con grandes reuniones», subrayó Yang. «Si haces un buen trabajo, si tienes buena ventilación en el lugar correcto y si repartes los asientos de la audiencia correctamente, podría ser mucho más seguro».
Vía: Health Day News