Dado que los bebés crecen muy rápido, durante el primer año de vida es importante que visiten al médico de manera regular para estar seguros de que estén sanos y creciendo adecuadamente o, en su caso, detectar cualquier problema a tiempo, cuando es más fácil de tratar.
En este sentido, es recomendable que los bebés tengan 6 visitas de rutina con el doctor, las cuales se refieren al momento en el que se hace una revisión completa (que incluirán algunas preguntas y un examen físico) y son independientes de las que tengan que ver con una enfermedad, lesión u otra causa.
La primera visita de rutina debe suceder 2 o 3 días después de que el bebé llegó a casa del hospital, posteriormente, debe ir al mes, a los dos, cuatro, seis y nueve meses. Sin embargo, si estás preocupado por la salud de tu hijo no esperes hasta la siguiente visita de rutina y llama al doctor de inmediato.
Para aprovechar las consultas médicas es importante que reúnas toda la información importante; es recomendable que lleves los registros médicos que tengas, por ejemplo, las vacunas que ya ha recibido y los resultados de otras visitas.
Asimismo, es fundamental que hagas una lista de cualquier cambio importante desde la última consulta: si ha estado enfermo, si tuvo una lesión o si ha comenzado a ir a una guardaría.
Las visitas de rutinas son ideales para llevar una lista con todas las preguntas que quieras hacerle al doctor; entre ellas puedes incluir dudas sobre la manera en que debería estar durmiendo, cómo saber si está comiendo lo suficiente, si su peso es saludable y los cambios que debes esperar.
Es recomendable que lleves un cuaderno para que apuntes las respuestas del doctor y, así, no olvides lo que te dijo.
Es importante que le preguntes al doctor cuáles son las señales (o logros), según la edad del bebé, que te indicarán si está desarrollándose de manera correcta y, de está manera, estés al pendiente de ellas.
Aunque cada niño es diferente, existen logros básicos que el doctor buscará en las visitas. Al mes, por ejemplo, la mayoría de los bebés está subiendo de peso, reacciona a los sonidos y mueve los brazos y piernas.
A los dos meses, levantan la cabeza cuando están acostados sobre su estómago, empiezan a mirar los objetos de cerca, sonríen y lloran de forma distinta para expresar distintas situaciones; en tanto, a los cuatro meses, en general, comienzan a balbucear, se meten objetos a la boca y reconocen la voz de los padres.
Entre algunos de los logros que suceden a los seis meses están el pasarse los objetos de una mano a la otra, les comienzan a salir los primeros dientes y copian ciertas acciones y sonidos de las personas. Así, a los nueve, la mayoría gatea, se sientan si apoyo por más tiempo, tiran y agitan los juguetes y responden a su nombre.
Vía: HealthFinder