Corazón, COVID-19, Salud Mental
Sufrir depresión se ha convertido en una de las afecciones más comunes producto de la pandemia de COVID-19. Y las noticias no son mejores para las personas que padecen enfermedad arterial periférica (EAP), pues si además tienen este problema mental, tendrán una peor recuperación que quienes no padecen depresión, así lo dio a conocer un estudio reciente publicado en la revista Journal of the American Heart Association.
Y esto es especialmente cierto para las mujeres, dijeron los investigadores.
«Este es el primer estudio que documenta cómo los síntomas depresivos pueden complicar la recuperación de la EAP incluso entre los pacientes que reciben atención especializada», dijo la autora principal Kim Smolderen, codirectora del Programa de Investigación de Resultados de Medicina Vascular en la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale en New Haven, Connecticut.
La EAP es un estrechamiento de las arterias periféricas de las piernas, el estómago, los brazos y la cabeza. Esta aumenta el riesgo de muerte y enfermedad de un paciente por enfermedad cardíaca. Puede causar dolor intenso al caminar y afectar la movilidad, el funcionamiento, la salud en general y la calidad de vida.
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Durante un año, los investigadores dieron seguimiento a más de 1,200 pacientes que estaban siendo tratados por EAP en clínicas vasculares en los Estados Unidos, los Países Bajos y Australia.
Entre el grupo de estudio, el 21% de las mujeres y el 13% de los hombres dijeron tener síntomas depresivos. Tales pacientes tuvieron una peor salud que aquellos que no reportaron los síntomas, reveló el informe.
Una de cada cinco mujeres con un nuevo diagnóstico de EAP o un empeoramiento de los síntomas de EAP tuvo síntomas de depresión clínicamente relevantes después de un año, aproximadamente dos veces más que los hombres. Las mujeres también tuvieron peores resultados de salud, lo que se explica en parte por sus síntomas depresivos, indicaron los investigadores.
Según el doctor Qurat-Ul-Ain Jelani, primer autor del estudio y miembro clínico de la Facultad de Medicina de Yale, «uno de los principales objetivos del tratamiento de la EAP es mejorar el estado de salud y la calidad de vida de los pacientes. No reconocer o tratar los síntomas depresivos podría impedir una recuperación óptima».
Smolderen agregó que «la EAP es más que tratar las piernas y el dolor correspondiente. Necesitamos conciencia del paciente en su conjunto para brindar una atención centrada en el paciente».
Vía: Health Day News
