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Los pies fríos son una de las reacciones normales del cuerpo a temperaturas muy frías. Cuando el cuerpo entra en un área de menor temperatura, los vasos sanguíneos de las extremidades, como las manos y los pies, se contraen. Esto reduce el flujo sanguíneo hacia dichas áreas, lo que también reduce la cantidad de calor que pierde el cuerpo.

Las extremidades son las partes del cuerpo más alejadas de los órganos vitales, por lo que la reducción del flujo sanguíneo hacia ellas también ayuda a mantener el calor y el flujo de sangre en las partes más importantes del cuerpo.

Con el tiempo, este flujo sanguíneo reducido puede causar una disminución del oxígeno en los tejidos, lo que a su vez puede propiciar que adquieran un color azulado. Cuando son temporales, tales síntomas no suelen ser graves y el cuerpo vuelve a la normalidad conforme obtiene calor nuevamente.

Algunas personas padecen el «fenómeno de Raynaud», en donde la exposición a temperaturas frías o a mucho estrés hacen que experimenten una circulación sanguínea limitada, lo que resulta en dedos de manos y pies fríos o entumecidos.

Altos niveles de estrés o ansiedad

Estar en un estado de mucho estrés o ansiedad, como el que actualmente ha generado la pandemia de COVID-19, también puede ocasionar pies fríos. Una de las respuestas naturales del cuerpo al estrés o al nerviosismo es bombear adrenalina al torrente sanguíneo.

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Conforme circula, la adrenalina hace que los vasos sanguíneos de la periferia se contraigan, lo que reduce el flujo de sangre a las áreas más externas del cuerpo. Esta respuesta reserva energía y se prepara para cualquier daño corporal que pueda ocurrir, como resultado de la situación de mucho estrés.

El mundo moderno está lleno de factores estresantes, pero no muchos de ellos ponen al cuerpo en un riesgo inmediato, por lo que esta respuesta protectora puede ser más dañina que útil si enfría los pies o las manos con regularidad. Por lo anterior, reducir el estrés y la tensión puede ayudar a disminuir los síntomas en estos casos.

Remedios caseros

Para que trates en casa los pies fríos durante esta cuarentena, te recomendamos lo siguiente:

  1. Muévete. Tan simple como parece, levantarse y moverse puede ser una de las formas más fáciles de calentar el cuerpo y ayudar a que la sangre fluya hacia y desde los pies.
  2. Calcetines y pantuflas. Los calcetines calientes y bien aislados son importantes para las personas con pies fríos. Mientras estés dentro de tu hogar, también podría ser útil utilizar pantuflas bien aisladas, especialmente si una persona no tiene pisos alfombrados o con calefacción.
  3. Baño de pies. Una de las formas más rápidas de aliviar los pies fríos es sumergirlos en un baño de pies caliente. Llena una tina o cubeta con agua tibia y remoja los pies durante 10 a 15 minutos, pues te ayudará a mantener la sangre fresca circulando por los pies durante todo el día. Esto puede ser especialmente útil antes de acostarte, ya que también puede aliviar la tensión y relajar los músculos.
  4. Almohadillas térmicas o bolsas de agua caliente. Si tienes problemas para dormir debido al frío en tus pies, coloca una almohadilla térmica o una bolsa de agua caliente al pie de la cama, para mantener caliente el área que rodea tus pies cuando vayas a acostarte.

RECUERDA: Trabajar directamente con un médico para diagnosticar cualquier causa subyacente de pies fríos es la mejor manera de prevenir el síntoma, tanto como sea posible.

 

Vía: Medical News Today