La incertidumbre de la pandemia actual de COVID-19 requiere poner especial atención a las necesidades de atención médica no solo de los pacientes, sino también del personal de salud de primera línea. Por ello, si eres jefe o responsable de esta fuerza laboral, es muy importante cuidarte a ti mismo(a) y alentar a los trabajadores a que practiquen el autocuidado, pues asegura la capacidad para cuidar de quienes más lo requieren.
A continuación te dejamos algunos consejos para mantener el bienestar psicológico de tu personal de salud:
1. Garantiza las necesidades básicas. asegúrate de que el personal tenga pausas para comer y tiempo para descansar. No dormir lo suficiente pone a los trabajadores en riesgo y también puede comprometer su capacidad para atender a los pacientes.
2. Dales tiempo libre. Siempre que sea posible, permite que el personal se tome un tiempo libre y anímalos a hacer algo no relacionado con el trabajo que les divierta o les ayude a relajarse, como por ejemplo salir a caminar, escuchar música, leer un libro o hablar con amigos.
3. Crea conexiones. Habla con tus colegas y apóyense unos a otros. Los brotes infecciosos pueden aislar a las personas en el miedo y la ansiedad.
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4. Comunícate de manera constructiva. Procura comunicarte con el personal y tus colegas de forma clara y optimista. Identifica sus errores o deficiencias de manera constructiva y corrígelos.
Compleméntense entre sí: los cumplidos pueden ser poderosos motivadores y moderadores del estrés. También ayúdalos a que compartan sus frustraciones y busquen soluciones en equipo.
5. Respeta las diferencias. Algunas personas necesitan hablar mientras que otras necesitan estar solas. Reconoce y respeta estas diferencias en ti, tu personal, tus colegas y tus pacientes.
6. Mantente actualizado(a). Confía en fuentes confiables de información. Participa en reuniones para que estés informado de la situación, así como de los planes y eventos.
7. Limita la exposición a los medios de comunicación masiva. Demasiada exposición a estos medios aumentará tu estrés y puede reducir tu eficacia y bienestar general.
8. Comunícate con la familia. Comunícate con tus seres queridos, si te es posible. No olvides que son un ancla de apoyo exterior al sistema sanitario. Compartir y conectarte con ellos puede ayudarlos a brindarte un mejor apoyo.
9. Realízate un autochequeo. Debes monitorearte por si aparece cualquier síntoma de depresión o de un trastorno por estrés, como por ejemplo tristeza prolongada, dificultad para dormir, recuerdos intrusivos y desesperanza. Habla con un compañero, supervisor o busca ayuda profesional si es necesario.
Vía: Phoenix Australia