Aunque los adultos enfrentan mayores probabilidades de ser hospitalizados si adquieren COVID-19, un nuevo estudio publicado en la revista JAMA Network Open muestra que el riesgo para los niños infectados con SARS-CoV-2 es casi igual al observado con la influenza.
El trabajo incluyó a 315 niños, con una edad promedio de 8.4 años, a quienes se les diagnosticó COVID-19 entre el 25 de marzo y el 15 de mayo de 2020. Se compararon sus registros médicos con los de más de 1,400 niños con una edad promedio de 3.9 años, a los que se les diagnosticó gripe estacional entre el 1 de octubre de 2019 y el 6 de junio de 2020.
Los investigadores hallaron que los niños con COVID-19 o gripe estacional tienen tasas similares de hospitalización, de ingreso en unidades de cuidados intensivos (UCI) y de uso de respiradores.
Sin embargo, la edad promedio de los niños hospitalizados difería: el niño promedio hospitalizado con COVID-19 tenía alrededor de 10 años, mientras que los niños hospitalizados con influenza tenían en promedio poco más de 4 años.
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Los síntomas que se mostraron al ingresar al hospital también parecieron diferir: más niños con COVID-19 tuvieron fiebre, tos, diarrea, vómitos, dolor de cabeza, dolores corporales y/o dolor en el pecho al momento del diagnóstico, en comparación con los pacientes pediátricos con influenza, dijeron los investigadores.
Todavía se desconoce mucho sobre la COVID-19, por lo que el hallazgo de que los niños con la enfermedad tienen más síntomas al momento de ser diagnosticados que los que tienen gripe es importante, subrayaron los autores.
«Es una buena señal desde una perspectiva de prevención y planificación», indicó Xiaoyan Song, investigador principal del estudio y director de control de infecciones y epidemiología del Children’s National Hospital en Washington, D.C. «Siempre enfatizamos la importancia del reconocimiento y aislamiento tempranos de los pacientes con COVID. Tener un cuadro clínico en mente ayudará a los médicos a diagnosticar a los pacientes con síntomas del coronavirus».
Song también puntualizó que «la colisión de la influenza y la COVID-19 este otoño e invierno podría significar un aumento en las hospitalizaciones pediátricas. Por ello, es importante vacunarse contra la gripe, ya que puede ayudar a eliminar al menos a un virus respiratorio del cuerpo».
Vía: Health Day News