En comparación con los niños alimentados con biberón, los pequeños de seis años que tuvieron lactancia materna tienen un menor riesgo de padecer infecciones de oído, garganta y senos paranasales y neumonías; en tanto, también existe una tendencia similar respecto a las alergias.
Esto, de acuerdo con dos nuevos estudios, publicados en línea en la revista Pediatrics. Dichas investigaciones trataron de determinar si los beneficios en la salud de la lactancia materna se mantenían durante un periodo prolongado tras la introducción de los alimentos sólidos.
En el estudio encabezado por la doctora Ruowei Li, de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, se revisaron los datos de las visitas al consultorio médico de mil 300 niños de seis años de edad.
Así, quienes habían sido amamantados durante nueve o más meses tenían un 31% menos probabilidades de contraer una infección en el oído, 32% más bajas de una infección de garganta y 53% menos riesgo de una infección de los senos nasales.
Esto se debe a que la leche humana es la mejor fuente de nutrición para la mayoría de los recién nacidos y bebés, asimismo, provee protección inmunológica contra muchas infecciones durante la infancia.
A decir de la doctora Jennifer Wu, del Hospital Lenox Hill, quien no participó en los nuevos estudios, pero revisó sus hallazgos, también hubo una reducción en las infecciones si las madres habían amamantado, la cual era más grande dependiendo de qué tanto lo habían hecho.
En tanto, en el segundo estudio, encabezado por el doctor Stefano Luccioli, del Centro para la Seguridad Alimentaria y la Nutrición Aplicada de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos, se observó la tasa de alergias probables a los alimentos en niños de seis años.
En esta investigación se encontró que los niños que habían recibido lactancia materna de forma exclusiva durante cuatro o más meses tenían alrededor de la mitad de las probabilidades de contraer una alergia a un alimento, en comparación con los niños que habían sido lactados durante menos tiempo.
Wu subrayó que este hallazgo tuvo una limitación, pues esta reducción a las alergias a los alimentos se presentó en las poblaciones de bajo riesgo y no en familias que, por ejemplo, ya tienen antecedentes de dichas alergias.
En todo caso, también puntualizó que existen muchos beneficios en la lactancia materna en el periodo inmediato al nacimiento.
Vía: HealthDay News