Existen buenas noticias respecto a los sobrevivientes de COVID-19 que están hospitalizados, pues un nuevo estudio publicado en la revista JAMA Network Open, encontró tasas de supervivencia similares para los pacientes hispanos, negros y blancos en un sistema hospitalario de la ciudad de Nueva York.
«Es bien sabido que las comunidades de color han soportado la carga más pesada de la COVID-19 en Estados Unidos, y se han ofrecido muchas explicaciones de por qué está ocurriendo esto», señaló el doctor Andrew Racine, vicepresidente del citado sistema y director médico del Centro Médico Montefiore, también en Nueva York.
«De manera un poco sorprendente, descubrimos que los pacientes negros e hispanos que eran hospitalizados tuvieron resultados de supervivencia similares o ligeramente mejores en comparación con los pacientes blancos», apuntó Racine.
El estudio incluyó a más de 5,900 pacientes con COVID-19 ingresados en el centro médico.
Como se ha visto a lo largo de la pandemia, las personas negras e hispanas mostraron más probabilidades de ser hospitalizadas con COVID-19 que las personas blancas. Y las personas negras e hispanas que fueron hospitalizadas mostraron más probabilidades de tener dos o más afecciones preexistentes (38% y 43%, respectivamente) que las personas blancas (34%).
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Sin embargo, las tasas de supervivencia entre los pacientes negros e hispanos fueron al menos tan buenas como las de los pacientes blancos después de que los investigadores tomara en cuenta la edad, el sexo, los niveles de ingresos y las condiciones preexistentes, halló el estudio.
Cabe mencionar que se han reportado hallazgos similares en otros sistemas de salud importantes, particularmente en Luisiana y el Medio Oeste.
En todos los grupos raciales/étnicos, las altas tasas de mortalidad se asociaron principalmente con la edad avanzada y con múltiples afecciones crónicas, como obesidad, diabetes y enfermedades cardíacas, que son comunes entre los pacientes negros e hispanos atendidos en Montefiore, indicaron los autores.
Los resultados sugieren que «el acceso a los servicios disponibles en entornos de atención médica integral puede atenuar, e incluso eliminar, las diferencias raciales/étnicas en las tasas de mortalidad por COVID-19», subrayaron los investigadores.
Por su parte, el doctor Rafi Kabarriti, médico de cabecera en Montefiore, comentó: «El hecho de que las disparidades raciales puedan reducirse o eliminarse cuando las personas con COVID-19 ingresan a un hospital es un claro recordatorio de que debemos centrarnos más en lo que sucede fuera de nuestros hospitales. Esto incluye un mejor acceso a la atención primaria, así como educación sobre la prevención y el manejo eficaz de las enfermedades crónicas, incluidas la obesidad, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, la enfermedad renal y la demencia».
Vía: Health Day News