Un dispositivo médico se utiliza para diagnosticar, curar o tratar una afección, e incluso para prevenir una enfermedad.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) señala que un dispositivo médico puede variar tanto en forma como en tamaño, desde un glucómetro manual hasta un ventilador de respiración grande.

Por ello, la agencia brinda los siguientes tips para el uso seguro de un dispositivo médico:

  1. Comprende cómo funciona tu dispositivo y mantén el instructivo a la mano.
  2. Comprende cómo funcionan las alarmas del dispositivo y responde adecuadamente a ellas.
  3. Mantén un plan de respaldo y de uso de suministros en caso de una emergencia.
  4. Mantén los números de emergencia disponibles y actualizados.
  5. Educa a tu familia y a los cuidadores en turno sobre el dispositivo o dispositivos médicos que estés utilizando.
  6. Haz que tu médico y tu equipo de atención médica revisen tu enfermedad y recomienden cualquier cambio de equipo.
  7. Da aviso de los fallos de funcionamiento graves tanto al fabricante del dispositivo como a tu agencia de seguridad local.

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RECUERDA: Es común asumir que, en el caso de una emergencia, el dispositivo médico en cuestión funcionará como esperamos. Sin embargo, este no es siempre el caso. Por tal razón, es de suma importancia revisar el equipo con regularidad para asegurarnos de que esté funcionando correctamente.

Si tienes dudas, pregúntale a tu médico o a alguien que ya haya usado ese tipo de dispositivo (de preferencia un profesional de la salud o un paciente que ya lleve tiempo usándolo). También puedes comunicarte con la tienda que te lo vendió o directamente con el fabricante.

 

Vía: Health Day News