Un nuevo estudio a gran escala publicado en la revista Human Reproduction, señala que los hombres que planean ser papás deberían intentar ponerse en buena forma física primero.
Los investigadores descubrieron que cuando los futuros padres tenían problemas de salud como presión arterial alta u obesidad, aumentaban las probabilidades de que su pareja pudiera sufrir una pérdida fetal o un mortinato (fallecimiento del bebé en el útero durante las últimas 20 semanas del embarazo).
Los resultados no prueban que la salud de un padre afecte directamente el embarazo de su pareja. Pero dado que los hábitos de salud y estilo de vida de los hombres pueden afectar la calidad del esperma, es plausible que los papás marquen una diferencia en los resultados del embarazo, dijeron los autores.
«Necesitamos más estudios para descubrir los mecanismos», indicó el doctor Michael Eisenberg, investigador principal y director de cirugía y medicina reproductiva masculina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, en California (Estados Unidos).
El experto dijo que, ciertamente, no hay nada de malo en alentar a los hombres a comer de manera saludable, hacer ejercicio y controlar mejor cualquier condición de salud crónica.
Los hallazgos se basan en registros de seguros que cubrieron a casi 959,000 embarazos en Estados Unidos. De ellos, casi 173,000 terminaron en una pérdida del embarazo: pérdida o muerte fetal, o embarazo ectópico (cuando un óvulo fertilizado se implanta fuera del útero).
El equipo de Eisenberg analizó si los diagnósticos de salud de los padres antes de la concepción mostraban alguna correlación con el riesgo de pérdida del embarazo. Y de hecho, lo hicieron.
En general, el riesgo de pérdida del embarazo aumentó poco a poco con la cantidad de problemas de salud que tenía un futuro padre, reveló el estudio.
Por ejemplo, si un hombre tenía un componente del síndrome metabólico, el riesgo de pérdida del embarazo aumentaba un 10%. Si tenía tres o más componentes, aumentaba en un 19%, encontraron los investigadores.
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El síndrome metabólico es un conjunto de factores de riesgo de enfermedad cardíaca y evento vascular cerebral (EVC). Estos incluyen obesidad, presión arterial alta, colesterol alto y diabetes tipo 2.
Estudios previos han relacionado la vejez en el padre con peores resultados durante el embarazo, posiblemente porque la calidad del esperma disminuye con la edad.
No obstante, en este estudio, los resultados no se explicaron por la edad avanzada, mencionó Eisenberg. A cualquier edad, la mala salud del padre jugó un papel importante.
Por supuesto, los hombres con más problemas médicos pueden tener una pareja que también tenga una peor salud. Pero el equipo de Eisenberg tomó en cuenta la salud de las futuras mamás y no explicó a fondo los hallazgos respecto a la salud de los padres.
Por su parte, el doctor Rahul Gupta, director médico y de salud de la organización sin fines de lucro March of Dimes, destacó que la salud de la familia es importante para la salud de un niño. «Una razón es que los niños aprenden la dieta, el ejercicio y otros hábitos de estilo de vida de los adultos que los rodean», apuntó.
De acuerdo con Gupta, esta investigación sugiere que la influencia del padre comienza desde la concepción.
Exactamente por qué no está claro. Pero estudios anteriores han demostrado que los genes del padre ayudan a formar la placenta, y la pérdida del embarazo a menudo se asocia con problemas con la placenta, explicó.
«Este es un campo de la ciencia que necesita desarrollarse más», subrayó Gupta, quien por ahora, coincide con Eisenberg en que no se debe ignorar la salud de los futuros papás.
La salud de las mujeres sigue siendo «primordial» cuando se trata de los resultados del embarazo, enfatizó Eisenberg. Pero agregó que los futuros padres solo pueden beneficiarse a sí mismos y a sus familias si también se toman en serio su propia salud.
Vía: Health Day News