La fermentación es un proceso natural mediante el cual microorganismos como la levadura y las bacterias convierten los carbohidratos, como el almidón y el azúcar, en alcohol o ácidos.
El alcohol o los ácidos actúan como conservadores naturales y dan a los alimentos fermentados un sabor y acidez distintos.
La fermentación también promueve el crecimiento de bacterias beneficiosas, conocidas como probióticos.
Se ha demostrado que los probióticos mejoran la función inmunológica, así como la salud digestiva y cardíaca. Por lo tanto, incorporar alimentos fermentados a tu dieta puede beneficiar tu bienestar general.
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Existen muchas opciones de alimentos fermentados a elegir. Aquí te mencionamos algunos de los más comunes que puedes (y debes) probar:
- Kéfir. Esta bebida similar al yogur agrio se hace a menudo con leche de vaca, pero también viene en alternativas no lácteas, como agua de coco, leche de coco y leche de arroz. El kéfir también viene en sabores de frutas y verduras.
- Kimchi. El kimchi es un plato de repollo fermentado rojizo y picante. Puedes encontrar frascos en la mayoría de las tiendas de comestibles o mercados asiáticos.
- Kombucha. Esta bebida ácida de té fermentado se encuentra en muchos supermercados y tiendas de alimentos especializados. Algunas marcas tienen azúcar agregada, así que asegúrate de que la etiqueta no indique más de 5 gramos por porción.
- Miso. Esta pasta es un alimento básico en la cocina japonesa, especialmente en la sopa. Está hecho de soya fermentada con arroz integral y tiene un sabor fuerte y salado.
- Pepinillos. Elige marcas que usen salmuera con agua y sal marina en lugar de vinagre. El vinagre detiene el crecimiento de bacterias buenas.
- Chucrut. Selecciona chucrut crudo o no pasteurizado, que contiene más cepas de bacterias. Puedes encontrarlo en tiendas de comestibles especializadas.
- Pan de masa fermentada. Este tipo de pan se hornea con harina fermentada. No todo el pan que se compra en la tienda y que tiene la etiqueta «masa madre» la usa, así que compra en una panadería artesanal o en un supermercado especializado.
- Tempeh. El tempeh es un pastel elaborado con soya fermentada que posee una textura más firme que el tofu. Generalmente viene precocido y listo para comer.
- Yogur. Algunas marcas incluyen un sello de Cultivos Vivos y Activos (LAC) de la Asociación Internacional de Alimentos Lácteos. Esto certifica que el producto ha sido fermentado. Pero no todos los yogures poseen esto, así que busca las palabras «cultivos vivos y activos» en la etiqueta. Además, opta por marcas simples y sin sabor cuando sea posible, ya que contienen menos azúcar por porción que la mayoría de los yogures saborizados y a base de frutas.
Vía: Healthline / Harvard Medical School