La terapia con presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) para la apnea del sueño puede hacer más que ayudar a las personas a dormir mejor, pues un nuevo estudio publicado en la revista Journal of Clinical Sleep Medicine, encontró que el uso de esta terapia también está asociado con un aumento de la actividad física en personas con enfermedades cardíacas.
La investigación internacional incluyó a más de 2,600 participantes, de entre 45 y 75 años de edad. Todos tenían enfermedades cardíacas y apnea obstructiva del sueño, una afección común en la que las vías respiratorias superiores se colapsan repetidamente durante el sueño. Las personas con apnea del sueño generalmente se sienten somnolientas y lentas durante las horas de vigilia.
La terapia con CPAP es un tratamiento común para la afección. Los pacientes reciben niveles leves de presión de aire a través de una máscara para mantener la garganta abierta durante el sueño.
«Nos complació descubrir que nuestros usuarios de CPAP informaron haber mantenido mejor sus niveles de actividad durante los cuatro años del estudio, así como menos limitaciones en actividades moderadas y vigorosas, incluidas aquellas que son importantes para el envejecimiento independiente, como subir escaleras», señaló Kelly Loffler, investigadora del Adelaide Institute for Sleep Health de la Flinders University en Adelaide, Australia, y coautora del estudio.
Los participantes fueron divididos en dos grupos. El primero recibió atención cardíaca habitual más CPAP, mientras que el segundo (el grupo control) recibió únicamente atención cardíaca habitual.
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Los participantes reportaron sus niveles de actividad física al inicio del estudio y durante los seis meses, dos años y cuatro años posteriores.
Después de un seguimiento promedio de 3.7 años, el grupo de CPAP reportó niveles 20% más altos de actividad física moderada que el grupo de control. Los pacientes del grupo de CPAP también mostraron más probabilidades de realizar, y por lo tanto de reportar, los niveles de actividad recomendados por los expertos.
Un mayor nivel de actividad física entre los usuarios de CPAP durante el estudio probablemente les otorgue importantes beneficios para la salud durante períodos de tiempo más prolongados, como reducir la recurrencia de eventos cardíacos, apuntaron los investigadores.
La CPAP, cuando se combina con intervenciones en el estilo de vida como la dieta y el ejercicio dirigido, puede aportar a sus usuarios un «beneficio que va más allá de la cantidad de sueño que reportan», indicó Loffler.
Tan solo en Estados Unidos, casi 30 millones de adultos padecen apnea obstructiva del sueño. Las señales de advertencia comunes incluyen ronquidos y somnolencia diurna excesiva.
Vía: Health Day News