¿Te preocupa el daño que el aire contaminado del exterior podría representar para tu salud durante tu viaje en auto hacia el trabajo? Pues una nueva investigación publicada en la revista Environment International sugiere que deberías preocuparte más por los productos químicos a los que estás expuesto(a) dentro de tu automóvil.
El benceno y el formaldehído se utilizan en la fabricación de automóviles y se sabe que ambos causan cáncer a ciertos niveles de exposición o por encima de ellos. El benceno también presenta un riesgo de problemas reproductivos y de desarrollo.
El benceno se usa para producir fibras sintéticas y el formaldehído es un aglutinante en los plásticos.
Para el trabajo, los expertos de la Universidad de California, Riverside calcularon la cantidad diaria de benceno y formaldehído que inhalaban los conductores de California con viajes diarios de al menos 20 minutos.
Según los tiempos de viaje promedio de 30 minutos, hasta el 90% de las personas en los condados de Los Ángeles, San Diego, Orange, Santa Clara y Alameda mostraron al menos un 10% de probabilidades de exceder los umbrales de riesgo de cáncer al inhalar los dos químicos, hallaron los autores.
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«Por supuesto, existe un rango de exposición que depende de cuánto tiempo se esté en el automóvil y de la cantidad de compuestos que emite el automóvil», señaló Aalekhya Reddam, estudiante de posgrado en el laboratorio de David Volz, profesor de toxicología ambiental, y autora del estudio.
«Estos químicos son muy volátiles. Se mueven fácilmente de los plásticos y textiles al aire que se respira», apuntó Volz.
Aunque las agencias gubernamentales tienden a regular la exposición a sustancias químicas tóxicas en los lugares de trabajo, ese no es el caso en entornos privados como casas y automóviles, subrayaron los investigadores.
Volz y Reddam previamente ya habían descubierto que tener tiempos de viaje más largos se asocia con una mayor exposición al retardante de llama TDCIPP, o tris clorado, otro carcinógeno conocido.
¿Qué deben hacer los conductores?
Quienes conduzcan un auto deben mantener las ventanas abiertas al conducir si es posible, sugirió Reddam. «Al menos con algo de flujo de aire, se logra diluir la concentración de estos químicos dentro de tu automóvil», aseguró.
«Debería haber alternativas a estos químicos para lograr los mismos objetivos durante la fabricación de los vehículos. Si ese es el caso, deberían usarse», concluyó Volz.
Vía: Health Day News
