Respirar aire que tiene niveles incluso bajos de contaminación representa una amenaza para el corazón y los pulmones de los adultos mayores, así lo advierte un nuevo estudio publicado en la revista Circulation.
Los investigadores analizaron los registros médicos de más de 63 millones de pacientes entre 2000 y 2016. De esta forma, descubrieron que la exposición a largo plazo a niveles bajos de contaminación del aire podría aumentar el riesgo de neumonía, ataque cardíaco, evento vascular cerebral (EVC) y fibrilación auricular (ritmo cardíaco irregular).
La amenaza para el corazón y los pulmones de las personas mayores se observó incluso en niveles de contaminación del aire por debajo de los estándares nacionales, reveló el estudio.
Los autores evaluaron tres componentes de la contaminación del aire: partículas finas, dióxido de nitrógeno y ozono. Cada unidad de aumento en los niveles de esos contaminantes se asoció con miles de ingresos hospitalarios al año, encontró la investigación.
Los resultados muestran que la contaminación del aire debe considerarse un factor de riesgo de enfermedad cardíaca y pulmonar, subrayaron los investigadores.
«Las personas deben estar conscientes de la calidad del aire en la región donde viven para evitar la exposición dañina durante largos períodos de tiempo, si les es posible», indicó Mahdieh Danesh Yazdi, investigador posdoctoral en la Escuela T.H. Chan de Salud Pública de la Universidad de Harvard y autor principal del estudio.
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«Dado que nuestro estudio encontró efectos dañinos a niveles por debajo de los estándares actuales de Estados Unidos, los médicos deben considerar la contaminación del aire como un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, y los legisladores deben reconsiderar los estándares actuales para los contaminantes del aire», agregó el experto.
La contaminación del aire puede dañar el corazón y los pulmones al desencadenar inflamación en dichos órganos y en todo el cuerpo, dijeron los investigadores.
En términos de contaminantes específicos, los mayores riesgos de ataque cardíaco, EVC, fibrilación auricular y palpitaciones, así como de neumonía, se asociaron con la exposición a largo plazo a partículas.
La exposición prolongada al dióxido de nitrógeno se asoció con un mayor riesgo de EVC y fibrilación auricular.
La neumonía fue la única condición asociada con la exposición prolongada al ozono. Los investigadores señalaron que no existen pautas para calsificar niveles de ozono seguros o inseguros a largo plazo.
«Aunque restringimos nuestros análisis a personas que solo estuvieron expuestas a concentraciones más bajas de contaminación del aire, aún encontramos un mayor riesgo de ingresos hospitalarios con todos los resultados estudiados, incluso a niveles de concentración por debajo de los estándares nacionales actuales», enfatizó Danesh Yazdi.
Más de la mitad de la población del estudio está expuesta a lo que los puntos de referencia de Estados Unidos consideran niveles bajos de estos contaminantes, concluyó.
Vía: Health Day News