Las madres de bebés que padecen alergias alimentarias y son amamantados a menudo reciben consejos contradictorios de los médicos sobre si deben cambiar sus hábitos alimenticios, así lo señala un nuevo estudio publicado en la revista Annals of Allergy, Asthma and Immunology.
«Descubrimos que la orientación de los profesionales de la salud para las madres que amamantaban en esta situación era inconsistente», indicó la doctora Hannah Wangberg, alergóloga e inmunóloga de San Diego y autora principal del estudio.
«De las 133 madres que completaron la encuesta, se recomendó al 43% que continuara amamantando sin restricciones dietéticas; y al 17% se le aconsejó que evitara comer los alimentos a los que su hijo(a) era alérgico(a) durante la lactancia. Una minoría de las madres (12%) reportó que su hijo(a) había experimentado una reacción alérgica a la leche materna», detalló Wangberg.
Pero casi 3 de cada 10 de las madres no recibieron orientación sobre si podían comer los alimentos que causaban alergia en sus hijos, reveló el estudio.
Más del 30% de las madres en la encuesta dijeron haber recibido consejos contradictorios de sus proveedores de atención médica respecto lo que deben o no deben comer mientras amamantan a su hijo con alergia alimentaria.
Conoce más: Razones por las que los bebés y niños pequeños dejan de hacer popó
La encuesta no preguntó a las madres si los consejos contradictorios provenían de un alergólogo o de un proveedor de atención primaria. Además, a ninguna de las mamás se le dijo que dejara de amamantar por completo.
«No hay una guía bien establecida en torno a este tema, lo que quizás sea una de las razones de la confusión. Esto se debe en parte a que no hay muchos datos buenos disponibles», explicó el doctor Jay Lieberman, presidente del departamento de alimentos del Colegio Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunología. «Dicho esto, existe poca evidencia de que si una madre ingiere un alimento al que el niño es alérgico, esto provocará una reacción en el menor».
Si surge una alergia alimentaria, Lieberman aconseja a las madres lactantes que continúen amamantando y comiendo lo que quieran. sin embargo, agregó que también está bien si se sienten más cómodos evitando el alérgeno del niño mientras continúan amamantando.
Del 89% de las madres que siguieron amamantando después del diagnóstico de alergia alimentaria de su hijo(a), casi la mitad continuó comiendo los alimentos a los que su niño(a) era alérgico(a) de forma regular (más de una vez a la semana), y no cambió la forma en la que proporcionaban leche materna a sus hijos.
Otro 25% continuó comiendo los alimentos a los que su hijo(a) era alérgico(a) con poca frecuencia (menos de una vez a la semana) sin alterar la forma en la que le otorgaban leche materna.
Vía: Health Day News