Las personas con comportamiento pasivo-agresivo expresan sus sentimientos negativos sutilmente a través de sus acciones, en lugar de manejarlos directamente. Esto crea una separación entre lo que dicen y lo que hacen.

Por ejemplo, digamos que alguien propone un plan en el trabajo. Una persona con comportamiento pasivo-agresivo puede oponerse al plan, pero en lugar de expresar su opinión, dice que está de acuerdo con él. Sin embargo, como en realidad están en contra del plan, se resiste a seguirlo. Por ello, estas personas pueden incumplir deliberadamente los plazos, llegar tarde a las reuniones y estropear el plan de otras formas.

Otro ejemplo es el siguiente: una mujer está estudiando con su novio en la misma habitación. Ella está molesta con él, pero en lugar de decirle que está enojada, pone música en su computadora portátil para molestarlo.

Algunos signos comunes de comportamiento pasivo-agresivo incluyen:

  • Amargura y hostilidad hacia las solicitudes de otras personas.
  • Retrasar intencionalmente tareas/compromisos o cometer errores al atender las solicitudes de otras personas.
  • Tener un comportamiento cínico, pesimista o agresivo.
  • Quejarse con frecuencia de sentirse subestimado o engañado.

El comportamiento pasivo-agresivo puede ser un síntoma de varios trastornos mentales, pero no se considera una condición de salud mental distinta. Este tipo de conducta puede afectar la capacidad de una persona para crear y mantener relaciones saludables, así como causarle problemas en el trabajo.

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Causas

Los investigadores creen que las personas que exhiben comportamientos pasivo-agresivos comienzan a hacerlo durante la infancia. El estilo de crianza, la dinámica familiar y otras influencias durante la niñez pueden ser factores contribuyentes.

Las condiciones de salud subyacentes pueden resultar en comportamientos que parecen similares al comportamiento pasivo-agresivo. Algunas condiciones asociadas con el comportamiento pasivo-agresivo incluyen:

  • Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
  • Estrés
  • Trastornos de ansiedad
  • Depresión
  • Trastorno de conducta
  • Trastorno de oposición desafiante
  • Trastorno bipolar
  • Trastorno esquizotípico de la personalidad
  • Esquizofrenia
  • Abuso de alcohol
  • Abstinencia de cocaína

Cómo controlar el comportamiento pasivo-agresivo

Existen algunas cosas fáciles que puedes hacer todos los días para controlar tu comportamiento pasivo-agresivo. Estas incluyen:

  • Sé consciente de tu comportamiento.
  • Identifica las posibles razones de dicho comportamiento.
  • Piensa con claridad antes de actuar.
  • Cálmate antes de reaccionar ante situaciones que te molestes.
  • Mantente optimista.
  • Sé honesto(a) con los demás y expresa tus sentimientos de una manera saludable en lugar de actuar pasivo-agresivamente.

RECUERDA: El comportamiento pasivo-agresivo no es un trastorno médico, por lo que un médico no puede diagnosticarlo. Sin embargo, un profesional de la salud mental capacitado puede ayudarte a identificar un problema de conducta que requiera tratamiento. Te harán preguntas sobre sus síntomas y comportamientos, incluyendo cuándo comenzaron y los efectos que tienen en tu vida, trabajo y relaciones.

Con base en lo anterior, si sospechas que tú o algún ser querido puede estar exhibiendo un comportamiento pasivo-agresivo, deben programar una cita con un profesional de la salud mental.

 

Vía: Healthline