El autismo no cambia la apariencia física de un bebé. Más bien, la afección afecta la forma en la que los bebés se comunican y cómo se relacionan con el mundo que los rodea.

El autismo se describe como una condición de «espectro» porque los signos, síntomas y habilidades pueden variar ampliamente. Por ello, si notas alguna anomalía en el desarrollo de tu hijo(a), es importante que la platiques con el médico o el profesional de la salud de tu bebé.

Aquí te mencionamos los signos más importantes que pueden indicar autismo en los bebés:

1. Rechazar el contacto visual

Los investigadores han descubierto que los bebés que desarrollan algún trastorno del espectro autista (TEA) comienzan a hacer menos contacto visual alrededor de los 2 meses de edad. La disminución del contacto visual puede ser un indicador temprano de autismo.

2. Señalar o gesticular poco

Los niños con autismo generalmente señalan y gesticulan mucho menos que los niños con desarrollo no autista. A veces, señalar menos puede indicar la posibilidad de un retraso en el idioma.

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3. Respuesta limitada o nula a su nombre

A los 9 meses, muchos bebés que después desarrollan TEA no se orientan hacia sus propios nombres. Los investigadores afirman que esto suele aparecer como un patrón de falta de respuesta, y no como un evento único.

4. Emoción reducida en las expresiones faciales

Los investigadores han descubierto que los niños con TEA muestran menos emoción a través de las expresiones faciales que los niños con desarrollo sin autismo.

Esto no necesariamente significa que los niños con autismo sientan menos emoción, solo que la muestran menos en sus rostros.

5. Retraso en el lenguaje o el habla

Los bebés/niños pequeños con autismo a menudo dicen y entienden menos palabras que los niños con desarrollo no autista a los 12 meses. Si un niño no dice palabras sueltas a los 16 meses o no usa frases de dos palabras a los 2 años, es fundamental hablar con un pediatra.

6. Regresión

Cuando un bebé o un niño pequeño pierde habilidades que habían comenzado a desarrollarse, puede ser un indicio de autismo. También puede ser una experiencia profundamente difícil de presenciar para los padres y cuidadores.

Los expertos no saben por qué ocurre la regresión. Hasta el momento, no se conocen vínculos con experiencias, enfermedades o medicamentos de la niñez.

 

Vía: Healthline