De acuerdo con investigadores de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, la COVID-19 puede intensificar el daño renal en personas con lesión renal aguda (LRA). Los hallazgos se publicaron en la revista JAMA Network Open.
La LRA es una disminución repentina de la función de filtración del riñón que le ocurre al 15% de los pacientes hospitalizados. Esta aumenta diez veces la probabilidad de muerte de un paciente.
Se desconoce la razón, pero la LRA es más común, y a menudo más grave, en los pacientes con COVID-19. Investigaciones previas han descubierto que entre el 24% y el 57% de las personas hospitalizadas con COVID desarrollaron LRA.
«La LRA por COVID parece una forma distinta de lesión renal en términos de efectos a largo plazo», señaló el doctor F. Perry Wilson, autor del estudio y director del Acelerador de Investigación Clínica y Traslacional de la Universidad de Yale.
El nuevo estudio sugiere que la COVID-19 puede poner a los pacientes en riesgo de una forma más grave de LRA. Este incluyó a 182 pacientes hospitalizados con LRA asociada a COVID y 1,430 pacientes que tenían LRA pero no COVID.
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Seis meses después de su estadía en el hospital, los pacientes con LRA con COVID-19 tuvieron 12 veces más pérdida de función renal en comparación con aquellos sin COVID.
Los investigadores midieron la función renal mediante lo que se conoce como tasa de filtración glomerular estimada (TFGe), una medida de la cantidad de sangre por minuto que pasa a través de pequeños filtros en el riñón llamados glomérulos.
Una persona sana tiene una TFGe de 90 mililitros (ml) o más por minuto. Una persona con LRA tiene una disminución de 1 a 2 ml por minuto, una pérdida leve de la función renal. Pero los pacientes con COVID-19/LRA tuvieron una disminución de aproximadamente 12 ml por minuto.
No se sabe qué impulsa esta forma más agresiva de LRA en pacientes con COVID, pero los autores del estudio sugieren que la lesión renal aguda asociada a COVID-19 puede inducir cicatrices dentro del riñón.
Esto podría reducirse un poco mediante un buen control de la presión arterial y la diabetes, dijeron los investigadores, quienes planean continuar monitoreando a los pacientes con COVID-19/LRA para aprender más sobre los efectos a largo plazo de la afección.
Vía: Health Day News