Como lo menciona su nombre, las mantas pesadas o mantas con peso son más pesadas que una manta convencional o un edredón. Este peso ejerce una presión sobre la persona que lo usa proporcionándole confort, relajación y ayudándole a dormir.
Entre sus beneficios destacan combatir el insomnio y reducir el estrés. Si bien depende de los fabricantes, las mantas pesadas cuentan con un relleno de granos de vidrio tratado, distribuidos de manera homogénea. Este relleno proporciona un peso extra, que suele oscilar entre los cuatro y los 15 kilos.
El peso de la manta dependerá de nuestro propio peso, pues se recomienda que represente entre un 10 y 15% del peso de la persona o personas que las utilicen.
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¿Cómo funcionan?
El peso extra que proporcionan ejerce una suave presión sobre el cuerpo de la persona que lo utiliza, que se conoce como la técnica Deep Touch Pressure (DTP). Esta suave presión localizada sobre los músculos produciría efectos beneficiosos sobre el sistema nervioso central, muy similar al que conseguimos con un abrazo, que ayuda a reducir el cortisol y aumenta la secreción de serotonina, oxitocina y dopamina, hormonas de bienestar.
¿Para quién están recomendadas?
Su primera indicación es el insomnio. También se cree que su uso podría ser útil para ayudar a personas con algunas patologías o trastornos psiquiátricos o neuropsiquiatricos, aunque no hay evidencias sólidas sobre ello.
Si tienes dudas, acércate a tu médico de cabecera.
Vía: 20 minutos.es