Las flexiones de brazos de la vieja escuela son un ejercicio multiusos que involucra al cuerpo de arriba a abajo usando los brazos, el pecho, el centro del cuerpo, las caderas y las piernas.
¿Por qué las odias? Las flexiones de brazos generalmente se utilizan como una medida de fuerza y vitalidad. Si no puedes hacer muchas, o si te cuesta, puedes verlo como un signo de debilidad, por lo que evitas incluso intentarlo. Además, las flexiones de brazos se consideraron durante mucho tiempo en las clases militares y de educación física como un castigo, por lo que el ejercicio tiene un aura de negatividad.
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Aprende a amarlas
Las flexiones de brazos se pueden modificar fácilmente de muchas maneras para que cualquiera pueda hacerlas con éxito y confianza. Por ejemplo, comienza con flexiones de brazos realizadas en ángulo contra una pared o una encimera de la cocina. Si te colocas más cerca o más lejos de la pared o la encimera y cambias el ángulo, puedes aumentar o disminuir la dificultad. De esta manera, puedes concentrarte en activar los músculos y puedes realizar el ejercicio con una mejor postura. Cuando estés listo(a) para bajar al suelo, comienza con flexiones de rodillas.
Con el tiempo, puedes ir aumentando hasta llegar a las flexiones normales. Y nunca te preocupes por cuántas puedes hacer a la vez. Lo importante es la ejecución y la forma adecuadas, en las que puedas sentir que tus músculos están completamente activos. Siempre es mejor hacer cinco buenas flexiones que diez malas.
Fuente: Harvard Medical School