Realizar un minuto de ejercicio de equilibrio aquí o allá posee un efecto acumulativo. A medida que mejora el equilibrio, resulta más fácil realizar las funciones diarias.
Necesitamos un buen equilibrio para realizar de forma segura actividades en posición vertical, como caminar, sentarse y levantarse de una silla o una cama, subir escaleras o alcanzar un plato de la alacena. Desafortunadamente, el equilibrio se deteriora con el tiempo, lo que aumenta el riesgo de caídas, siendo estas últimas una de las principales causas de lesiones y discapacidad después de los 65 años.
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Como solo se necesita un minuto para un ejercicio de equilibrio, los expertos recomiendan integrarlo en un momento libre que ya esté incluido en tu día a día.
Para muchas personas, es cuando se encuentran de pie esperando a que se prepare el café o cuando se cepillan los dientes. O puede ser durante el tiempo que pasas frente a la TV: piensa en los anuncios publicitarios como tu señal para levantarte y realizar un ejercicio de equilibrio.
Fuente: Harvard Medical School