Pocos ejercicios aíslan verdaderamente un solo grupo muscular. Por ejemplo, el curl de bíceps es uno de los ejercicios más comunes para fortalecer el bíceps en la parte delantera del brazo superior. Sin embargo, varios otros músculos también ayudan a que el cuerpo se flexione en el codo, incluido el braquial, que está debajo del bíceps, y el braquiorradial, que es un músculo grande en el antebrazo. Otros músculos estabilizadores necesitan reforzar el hombro y el centro del cuerpo para que puedas levantar el peso de manera eficiente.
Al diseñar tu programa, es posible que encuentres que algunos ejercicios encajan en más de una categoría. En general, cuantas más articulaciones se flexionen en un ejercicio, más grupos musculares estarás utilizando.
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Con base en lo anterior, cabe destacar que hay una manera correcta de agrupar los músculos al ejercitarlos. Es posible que desees experimentar con algunas combinaciones distintas hasta que encuentres una que funcione mejor para ti. Si estás entrenando para mantenerte en forma a nivel general, puedes seguir un programa que equilibre todos los diferentes grupos musculares. Si estás entrenando para un deporte, puede resultar beneficioso enfatizar ciertos grupos musculares que se utilizan con frecuencia en tu deporte.
A muchas personas les resulta útil trabajar en parejas los grupos musculares que están cerca entre sí. Por ejemplo, es posible que desees trabajar en parejas los hombros y los brazos, ya que en muchos ejercicios, como el remo, se utilizan ambas partes del cuerpo.
El principal beneficio de dividir los diferentes grupos musculares en días distintos es la capacidad de darle más descanso a cada músculo. Por ejemplo, si entrenas según un programa semanal y tienes un día de piernas por semana, tus piernas tienen siete días para recuperarse entre sesiones.
Fuente: Healthline