Existen muchas formas de hacer ejercicio en casa usando solo el peso corporal, pero invertir en pesas rusas puede ampliar tu repertorio de ejercicios.
Según los especialistas, estas pesas no ocupan mucho espacio, ya que se pueden guardar fácilmente debajo de la cama, y se pueden usar para realizar prácticamente cualquier tipo de movimiento y lograr un entrenamiento completo que trabaje los músculos principales.
Las pesas rusas parecen pelotas o campanas con asas en la parte superior. Su peso varía de 2 a 15 kg o más. A diferencia de una mancuerna, el peso de la pesa rusa está compensado con el mango. Esto permite que el entrenamiento sea más desafiante, ya que se requiere una combinación de fuerza muscular, equilibrio, estabilidad del núcleo, flexibilidad y coordinación para controlar el peso de la pesa rusa. Además, para algunas personas, las pesas rusas son más cómodas de sostener y mover en la mano, por lo que gente de cualquier edad pueden usarlas con mayor confianza.
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Comienza con una pesa rusa moderadamente exigente, una que te permita hacer de cinco a diez repeticiones de un ejercicio. Si no te cansas al final, es que es demasiado liviana. A medida que avances, invierte en algunas pesas rusas más pesadas o modifica el ritmo para que el movimiento del ejercicio sea más lento.
Dependiendo de tu estado de salud general y de tu historial médico, puede ser una buena idea consultar a tu médico antes de intentar realizar ejercicios con pesas rusas, sobre todo si padeces osteoporosis o problemas de equilibrio.
Fuente: Harvard Medical School