Existe una diferencia drástica entre las mujeres y los hombres después de hacer ejercicio: nuestros cuerpos requieren un enfoque completamente distinto para reponer la energía perdida y promover la recuperación y el crecimiento muscular. Idealmente, las mujeres deberían reponer energía entre 30 y 45 minutos después de entrenar, mientras que los hombres tienen hasta tres horas para realizar la misma tarea. Ignorar de forma continua esta necesidad puede provocar síntomas de baja disponibilidad de energía, como fatiga y dolor.

Tanto para las mujeres como para los hombres, el ejercicio es el mejor tipo de estrés, ya que aumenta la frecuencia cardíaca y obliga a los músculos a trabajar más. Sin embargo, requiere una nutrición adecuada para superar dicho estrés.

Pero ahí terminan las similitudes. ¿Por qué la ventana de recuperación de energía de las mujeres es mucho más corta? Las variaciones hormonales entre los sexos son las culpables de esta diferencia.

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La progesterona es un factor principal que agrava el deterioro muscular post-ejercicio en las mujeres. Dicho resultado se magnifica en las mujeres en la peri o posmenopausia. Si permiten que sus músculos se deterioren sin reponer proteínas, y si consumen proteínas solo al principio y al final del día, son más propensas a sentirse lentas, adoloridas e incapaces de ejercitarse al máximo.

Concretamente, las mujeres necesitan reabastecerse de proteínas más rápidamente para contrarrestar este deterioro.

Durante la fase lútea del ciclo menstrual (aproximadamente una semana antes de la menstruación), las mujeres también pueden desear más carbohidratos y querer comer más.

Entonces, si sientes un poco más de hambre, no es solo cuestión de imaginación; tu cuerpo realmente lo necesita. Estar consciente de tu ciclo, escuchar tus señales de hambre y comer un poco más podría ayudarte con tu entrenamiento.

 

Fuente: Harvard Medical School