adaptarse-horario-verano¿Sabías que el secreto para adaptarse al horario de verano radica en ser disciplinados con nuestros hábitos de sueño? Pues si aún no lo crees esto es cierto, y el neumólogo Rubén Santoyo Ayala, quien es uno de los fundadores de la Clínica del Sueño del Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, nos explica el porqué.

El especialista hace hincapié en la importancia de definir horarios para dormir y para despertarse, asegurando que deben respetarse incluso durante los fines de semana: “Es uno de los elementos fundamentales para lograr que las horas de sueño sean las suficientes para conseguir un descanso reparador”, afirma.

También menciona que esto aplica en el horario de verano cuando hay que adelantar una hora el reloj.

Santoyo Ayala dice que si existe una disciplina en cuanto al cambio de horario y además se tiene una habitación libre de distractores, como son relojes luminosos o dispositivos como televisores, tabletas y teléfonos celulares, «adaptarse a cambios de horario resulta mucho más sencillo«.

Además, señala que aunque el horario de verano se aplica desde hace 20 años, todavía persiste la idea de que repercute en la salud, lo cual no ha podido comprobarse.

Detalla que existe un periodo de adaptación al enfrentarse a modificaciones horarias, que suele variar de persona a persona, pues algunos lo logran en dos o tres días y otros requieren de un par de semanas o más.

El médico refiere que las personas con problemas de insomnio y apnea del sueño tienen más dificultad para adaptarse al horario de verano, así como los pacientes con algún padecimiento crónico, como aquellos que tienen Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).

Asimismo, subraya que condiciones como la obesidad o el hábito de fumar también constituyen factores que impiden lograr un sueño continuo y reparador durante el horario de verano.

«El efecto acumulativo de falta de sueño puede producir dificultad en la concentración y en general en funciones mentales; mal genio, olvidos, irritabilidad y depresión; todo esto a la larga y si además hay enfermedades como diabetes, hipertensión y colesterol, el problema es más grave», asegura.

Santoyo Ayala comenta que con o sin horario de verano, quien no es disciplinado(a) con el tiempo que debe dedicar al sueño, no logrará que su organismo se recupere tras un día de actividad.

Otro punto clave que indica es que el sueño «realmente es un estado fisiológico que requiere el ser humano para realizar sus funciones cotidianas, y una tercera parte de nuestras vidas la pasamos durmiendo […] Pero lo más importante es que tengamos un sueño reparador y para ello se necesita un promedio de siete u ocho horas, una cosa es que nos acostemos y durmamos, pero realmente a lo mejor no hubo un sueño reparador».

Con esta palabras expertas, no olvidemos entonces que las medidas de higiene del sueño son fundamentales, además del establecimiento de horarios para dormir y despertar. Otro punto importante es no tomar café después de las 16:00 horas, ni tampoco refrescos o alcohol, ya que reducen la capacidad de conciliar el sueño.

Hay que recordar también que para dormir adecuadamente no debemos cenar en demasía ni hacer ejercicio extenuante, ni tener relojes luminosos en la recámara y que solo debemos usarla para el descanso.

Santoyo Ayala concluye que lo anterior, implica olvidarse de todo tipo de dispositivos tecnológicos, pues no solo facilitaremos el dormir mejor, sino también que el organismo se adapte más fácilmente al horario de verano.

 

Vía: Notimex