De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, los productos de tabaco sin humo, es decir, aquellos que no se fuman, incluyen:
- Tabaco para mascar. Está disponible como hojas sueltas, prensado (en bloques) o en trenzas. Un pedazo de tabaco se coloca entre la mejilla y el labio inferior, típicamente en la parte posterior de la boca. Se puede masticar o mantener fijo. La saliva se escupe o se pasa.
- Rapé. Es tabaco picado o en polvo que se obtiene a partir de las hojas secas de la planta del tabaco. Se vende en diferentes aromas y sabores. Se empaqueta húmedo o seco. Está disponible suelto, en pastillas solubles o en tiras, o en saquitos similares a las bolsitas de té. Para usarlo se coloca una pizca o una bolsilla de rapé húmedo entre las mejillas y las encías o detrás del labio superior o inferior. Algunas personas inhalan el rapé seco por la nariz.
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Estos productos son menos dañinos que fumar cigarros; sin embargo, son tan adictivos como los cigarrillos y su uso implica serios riesgos para la salud, así lo advierte Michigan Medicine.
Por ello, aquí te mencionamos los principales riesgos derivados de los productos de tabaco sin humo:
- Manchas blancas y correosas (leucoplasia) que se forman en el interior de la mejilla o en la encía. Estos parches pueden convertirse en cáncer de boca (cáncer oral), que afecta el labio, la lengua o la mejilla.
- Problemas dentales, como abrasión de los dientes, retracción de las encías y pérdida de hueso periodontal.
- Un mayor riesgo de desarrollar cáncer de páncreas.
NOTA IMPORTANTE: La nicotina del tabaco sin humo puede provocar dependencia a la nicotina. Esto puede hacer que dejar dicho tabaco sea tan difícil como dejar de fumar.
Si tienes más dudas sobre los productos de tabaco sin humo y cómo dañan la salud, consulta a tu médico.
Fuente: National Cancer Institute / Michigan Medicine – University of Michigan