cigarrosLic. Rosa Isela Aguilar

Fundación Oceánica 

Para poder hablar de adicción cruzada es necesario primero revisar lo siguiente:

  1. ¿Qué es la adicción?
  2. Cuáles son los diferentes tipos de sustancias de las que  una persona puede llegar a depender.

Se entiende por adicción a un estado o proceso de obsesión y compulsión relacionado al consumo de alguna sustancia que por tratarse de un tema prioritario en la vida de la persona esclaviza su voluntad, desarrollando una necesidad imperiosa por el consumo y con ello obtener un beneficio o aparente estado de bienestar. Lo anterior  genera en el individuo una dependencia psicológica y/o física, que puede ser de una o más sustancias que alteran las diferentes esferas de su vida;  desde el estado de ánimo, hasta la relación con otras personas, su familia o su desempeño en el área escolar o laboral, su estado de salud general se ve afectado y progresivamente deteriorado.

Generalmente, cuando escuchamos la palabra  “adicción” lo primero que se nos viene a la mente son las drogas y de inmediato pensamos en todas aquellas que son ilegales como la marihuana o la cocaína, considerando también aunque en menor medida las que son socialmente aceptadas y reforzadas pero que generan las mismas consecuencias como alcohol y el cigarro. Sin embargo,  existen muchas otras sustancias o conductas que causan en la persona el mismo o un similar efecto y que no se les da la importancia debida como se le da al consumo de sustancias ilegales y por ende menor atención a su intervención.

Las sustancias adictivas son aquellas que alteran nuestra manera de pensar, sentir y actuar, alteran el juicio, comportamiento, emociones y la capacidad de percibir las cosas; éstas  pueden ser cualquier droga de tipo ilegal, así como los carbohidratos, el café, el chocolate, las pastillas de uso médico controlado.

Las conductas malsanas o compulsivas, de la misma manera, son aquellas que cuando las estamos llevando a cabo o las  ejercemos nos lastiman o perjudican en alguna o algunas áreas de nuestra vida, como son: las relaciones destructivas, el trabajo compulsivo, las compras, decir mentiras, acumular dinero, el ejercicio y el juego, entre otras.

La adicción cruzada, por lo tanto, es cuando la persona recurre a otra sustancia o conducta supliendo el consumo previo pero buscando el mismo efecto que encontraba en la droga inicial o de elección.

Por ejemplo, la persona quiere dejar de fumar pero regrese el estado de ansiedad por el que inicialmente fuma y empieza a consumir alimentos compulsivamente. El comer compulsivamente también le genera un daño pero al ser alimento, no le da la misma importancia que con el tabaco, y justifica el mantener dicha conducta. Se dice que es “estar en el mismo barco pero sólo cambiar de camarote”. Por lo que para el adicto es muy importante saber que existe este mecanismo de compensación, para que se aprenda a buscar herramientas para sanar el origen de lo que genera la necesidad compulsiva y no traspasar la conducta malsana de una a otro. Al final, si no se detiene la compulsión o la conducta malsana repetitiva, tendrá el riesgo cada vez mayor de regresar a la sustancia inicial.