Cuando se mantiene una relación con otra persona, los factores que más deben predominar son el amor, la confianza y el respeto. Debe ser una relación en la cual se sientan cómodos y felices y que esta les permita crecer en los diferentes aspectos de su vida.

Debido a que somos seres individuales con distintas maneras de pensar y de sentir, es normal que a veces no estemos de acuerdo con la opinión y forma de pensar de la otra persona, por lo que puede haber discusiones o peleas, sin embargo, estas discusiones no justifican que entre ellos haya algún tipo de violencia.

Es importante saber distinguir entre la agresión y la violencia:

Agresión
  • Conducta de defensa o escape.
  • Se puede considerar en ciertos momentos como una acción de supervivencia.
  • No es intencional.
  • Puede o no causar daño.
Violencia
  • Aprendida generalmente en la familia.
  • Intencionada.
  • Dirigida a alguien en específico, especialmente a personas que el agresor considera débiles, vulnerables o dependientes.
  • El agresor mantiene una posición dominante y de superioridad.

La familia es conocida como la base de la sociedad y el lugar que nos brinda amor, alimentación y protección. Así como también nos traza los límites necesarios, nos enseña los valores que nos ayudan a conducirnos de manera adecuada en nuestra vida y a formarnos como seres humanos. Es por ello que puede ocurrir que la persona que sufre algún tipo de violencia dentro de la familia, se siente insegura, con miedo a delatar al agresor y a buscar ayuda.

Es común que la violencia familiar se confunda a veces con actos de disciplina como excusa de que se está educando, “ayudando a entrar en razón” o poniendo limites, es por ello que es importante definirla.

La violencia se entiende como un acto agresivo o violento que es realizado por algún miembro de la familia y que deja como consecuencia daños físicos, emocionales y psicológicos en la persona que la recibe.

La violencia se puede dividir en diferentes tipos:

Círculo de la violencia

Desgraciadamente las mujeres y los niños son los más propensos a sufrir violencia intrafamiliar. Cuando la mujer está siendo agredida piensa que el comportamiento violento de su pareja se debe a su propio comportamiento, por lo que intenta una y otra vez modificar su conducta. Al darse cuenta de que fracasa, se siente avergonzada y culpable por no poder romper con la relación y tener que mentir para encubrir las conductas y actitudes de su pareja para evitar ser nuevamente maltratada.

La antropóloga, Leonor Walker describió las fases que están involucradas en un evento violento.

  • Fase 1. Acumulación de tensión: aparecen sucesos violentos leves que la victima afronta aceptando y justificando ese comportamiento debido a que piensa que la persona no cambiará su conducta hacia ella. Cada vez que ocurre un suceso violento, aumenta la tensión. El agresor sabe que su manera de ser afecta a su pareja y que su conducta no es bien vista por la sociedad, por lo que tiene miedo de ser abandonado. Para evitar esto, se vuelve más controlador y celoso. Al final de esta etapa, la victima ya no es capaz de justificar a su pareja debido al agotamiento psicológico que presenta y decide alejarse. El agresor se da cuenta de esto y aumenta su conducta violenta, la tensión que sienten es insostenible.
  • Fase 2. La explosión violenta: incrementan de los sucesos violentos que el agresor intenta justificar con el supuesto mal comportamiento de su pareja. Generalmente la victima no sabe cuando será agredida por lo que constantemente está teniendo una serie de síntomas como respuesta a la tensión. Estos síntomas pueden ser: dolores de cabeza, enfermedades estomacales y reacciones alérgicas. La victima se da cuenta que el comportamiento de su agresor no va a ceder por lo que decide que lo mejor es mantenerse tranquila, ya que tiene la creencia de que si se resiste, el agresor será más violento.
  • Fase 3. Arrepentimiento o luna de miel: se caracteriza por un comportamiento demasiado cariñoso por parte del agresor ya que se arrepiente de su conducta en fases anteriores. Le pide perdón y promete no volver a hacerle daño.  Sostiene la creencia de que le ha enseñado a su pareja a no tener conductas que lo hagan molestarse.

 

Consecuencias de la violencia intrafamiliar
Psicológicas y de conducta
Físicas
La gravedad de las consecuencias, físicas o psicológicas, tanto para la víctima como para la familia, hacen de la violencia intrafamiliar un tema social que es importante atender. Es por ello, que es de suma importancia ponerse en contacto con las diversas instituciones especializadas en violencia familiar y apoyo psicológico.