Es común que todos conozcamos personas que consumen alguna droga. Desde el vecino que bebe con los amigos viendo el futbol, el amigo que fuma como chimenea, el compañero de trabajo que toma café todo el tiempo o la señora que sin su píldora para dormir no puede conciliar el sueño.
Pero, ¿cómo saber si estas personas sólo usan drogas, abusan de ellas o si presentan incluso una dependencia?
Instituciones como la Organización Mundial de la Salud han tratado de llegar a un consenso acerca de estos términos y resaltan ciertas diferencias que pueden aclarar la definición de cada uno de ellos. A continuación se detallan las diferencias entre estos conceptos.
Uso
El uso de drogas está conceptualizado como cualquier consumo de una sustancia sin el propósito de alcanzar un estado de intoxicación. Podríamos decir que todos hemos usado en algún momento algún tipo de droga. Por ejemplo, cuando una persona bebe una copa de alcohol, toma algún medicamento o toma una taza de café, está usando una droga.
Se habla de uso siempre y cuando éste no represente algún daño a la salud o a las esferas de vida de quien la consume. Es importante resaltar que la clasificación de uso tiene mucho que ver con el carácter legal de la producción y adquisición de la sustancia
Ejemplo de uso:
“Me duele la cabeza, me tomaré una aspirina”
Abuso
Cuando hay abuso de una sustancia psicoactiva, se presenta un patrón desadaptativo caracterizado por un consumo continuado, a pesar de que el sujeto sabe que tiene un problema social, laboral, psicológico o
físico, persistente o recurrente, provocado o estimulado por el consumo ocasional de dichas sustancias y en las que éste es físicamente peligroso.
Por ejemplo, cuando una persona bebe algunas copas de alcohol y
después maneja un auto, está abusando del alcohol. Lo mismo sucede con una mujer embarazada que consume alcohol, o bien con aquella persona que toma algún medicamento sin seguir las indicaciones prescritas por el médico, ya sea aumentando la dosis o la frecuencia de ingesta con la finalidad de lograr un efecto mayor de la sustancia.
Cabe mencionar que también se habla de abuso cuando una persona consume alguna sustancia de carácter ilegal como la cocaína, la marihuana, la heroína, etc.
Ejemplo de uso:
“El médico me recetó una pastilla para dormir, pero tomaré tres para poder dormir mejor” “Si consumo cocaína una vez por semana, no pasa nada”
Dependencia
La dependencia de las drogas se ha definido como un estado psíquico y algunas veces físico, que resulta de la interacción entre un organismo vivo y una droga. Se caracteriza por un comportamiento compulsivo de tomar la droga de forma continua o periódica, para experimentar sus efectos psíquicos y algunas veces, para evitar el malestar de su ausencia, a pesar de que el sujeto está consciente de que el consumo afecta varias áreas de su vida.
En el área de adicciones, uno de los estándares más usado para determinar la existencia de una dependencia a drogas es el Manual de Enfermedades y Estadísticas de la Asociación Americana de Psiquiatría, conocido por sus siglas en inglés DSM-IV (cuarta versión). De acuerdo con este manual para determinar que hay dependencia debe presentarse un patrón desadaptativo de uso de sustancias que conlleva un deterioro clínicamente significativo, expresado por tres o más de los siguientes puntos en un periodo continuo:
Manual de Enfermedades y Estadísticas de la Asociación Americana de Psiquiatría, conocido por sus siglas en inglés DSM-IV (cuarta versión). De acuerdo con este manual para determinar que hay dependencia debe presentarse un patrón desadaptativo de uso de sustancias que conlleva un deterioro clínicamente significativo, expresado por tres ó más de los siguientes puntos en un periodo continuo:
1. Tolerancia:
- Necesidad de cantidades marcadamente crecientes de la sustancia para conseguir la intoxicación o el efecto deseado.
- El efecto de las mismas cantidades de sustancia disminuye claramente con su consumo continuado.
2. Abstinencia:
- El síndrome de abstinencia característico de esa sustancia.
- Se toma la misma sustancia (o una muy parecida) para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia.
- La sustancia es tomada con frecuencia en cantidades mayores o durante un periodo más largo de lo que inicialmente se pretendía.
- Existe un deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir el consumo de la sustancia.
Cuando se sospecha que alguien cercano a nosotros está consumiendo, abusando o depende de alguna droga, lo más adecuado es acudir a un especialista para evaluar la situación.
- Se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la obtención de la sustancia (p. ej., visitar a varios médicos o desplazarse largas distancias), con el consumo de la sustancia (p. ej., fumar un cigarro tras otro) o con la recuperación de los efectos de la sustancia.
- Reducción de importantes actividades sociales, laborales o recreativas debido al consumo de la sustancia.
- Se continúa tomando la sustancia a pesar de tener conciencia de problemas psicológicos o físicos persistentes, que parecen causados o exacerbados por el consumo de la misma (por ejemplo, el consumo de cocaína a pesar de saber que provoca depresión, o continuada ingesta de alcohol a pesar de que empeora una úlcera)