Desarrollar un plan para una alimentación saludable significa establecer metas, así como hacer un seguimiento de tu progreso y recompensarte, así lo indica Michigan Medicine, en Estados Unidos.
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A continuación de brindamos algunos tips para poder establecer y lograr tales metas:
- Establece metas realistas que desees alcanzar. Por lo general, es mejor establecer metas pequeñas y medibles. Puedes configurarlas de forma diaria, semanal o mensual.
- Considera por dónde quieres empezar. Esto podría ser con comidas o alimentos específicos. Por ejemplo, comienza trabajando en un desayuno saludable y continúa con otras comidas después de haber alcanzado este objetivo. O empieza a comer más frutas y a preocuparte por otros alimentos más adelante.
- Haz un cambio a la vez. En lugar de cambiar tu dieta de la noche a la mañana, realiza los cambios uno por uno. Por ejemplo, trata de comer al menos 5 porciones de frutas y verduras cada día, reduce las comidas fuera de casa a una vez por semana o come mariscos en lugar de carne o pollo dos veces por semana.
- Agrega algo a tu dieta en lugar de quitarle algo. Incorpora alimentos que creas que requieres más, como frutas y verduras. Eliminar cosas de tu dieta (por ejemplo, alimentos con alto contenido de grasa o azúcar) puede hacer que te sientas privada(o), lo que podría dificultar el cambio, pero mantente firme.
- Elige más alimentos saludables que te gusten. Haz una lista de los alimentos que te gustan y ve cómo puedes cambiarlos para hacerlos más saludables. Por ejemplo, haz pizza en casa con queso mozzarella bajo en grasa y muchas verduras frescas. Sustituye los alimentos saludables que te gustan por los que son menos nutritivos en tu dieta.
- Anota tus metas. Esto brinda una dirección clara sobre lo que deseas lograr. Además, leer tus metas puede servir como un recordatorio útil.
- No establezcas metas que impliquen una rápida pérdida de peso. La pérdida de peso rápida no es saludable y es difícil de mantener.