Los alimentos termogénicos son aquellos que aumentan el gasto energético del cuerpo durante la digestión y el metabolismo, favoreciendo la quema de calorías. Incluirlos en la alimentación puede ser una estrategia útil para potenciar el control del peso y mejorar la composición corporal.
¿Cómo funcionan los alimentos termogénicos?
Estos alimentos contienen compuestos que elevan la temperatura corporal y estimulan el metabolismo, lo que incrementa la cantidad de calorías que el cuerpo quema, incluso en reposo. Además, pueden ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina y a movilizar las reservas de grasa como fuente de energía.
Ejemplos de alimentos termogénicos
Algunos de los alimentos con mayor efecto termogénico son:
- Té verde: Contiene catequinas y cafeína, que estimulan la oxidación de grasas y aumentan el gasto calórico.
- Café: Su contenido de cafeína activa el metabolismo y mejora el rendimiento físico.
- Jengibre: Favorece la digestión, aumenta la temperatura corporal y puede reducir el apetito.
- Ají o chile picante: La capsaicina presente en los chiles aumenta la termogénesis y promueve la quema de grasas.
- Canela: Puede ayudar a regular los niveles de glucosa en sangre y mejorar el metabolismo de los carbohidratos.
Conoce más: 5 alimentos económicos para mantener una dieta saludable
¿Cómo incluirlos en la alimentación?
Para aprovechar sus beneficios, se pueden incorporar de manera sencilla en el día a día:
- Consumir té verde o café sin azúcar en la mañana o antes del ejercicio.
- Añadir jengibre o canela a batidos, infusiones o postres.
- Usar chile o pimienta en las comidas para potenciar su sabor y su efecto termogénico.
Si bien los alimentos termogénicos pueden contribuir a aumentar el gasto calórico, no sustituyen una alimentación equilibrada ni el ejercicio regular. Su impacto en la quema de calorías varía según el metabolismo y el estilo de vida de cada persona.