Los alimentos fermentados más comunes que contienen probióticos de forma natural o a los que se les han añadido son el yogur, el kéfir, la kombucha, el chucrut, los encurtidos, el miso, el tempeh, el kimchi, el pan de masa madre y algunos quesos.
El yogur se considera el alimento probiótico por excelencia porque tiene un sabor y una textura que suelen resultar atractivos para los paladares occidentales. La cantidad y el tipo de especies bacterianas pueden variar según la marca del yogur. El contenido probiótico de los productos de yogur puede oscilar entre 90,000 y 500,000 millones de UFC por ración (UFC significa unidades formadoras de colonias, que es la cantidad de bacterias que se dividen y forman colonias). Busca las palabras «cultivos vivos y activos» en la etiqueta.
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Es fácil añadir yogur a tu dieta. Además de tomarlo en el desayuno o como refrigerio del mediodía, puedes sustituirlo siempre que utilices mayonesa en ensaladas de huevo o de papas, o en casi cualquier receta de repostería. El yogur también puede ser la base de salsas, aderezos para ensaladas o adobos.
¿Cuántos alimentos probióticos requieres? No es fácil responder a esta pregunta, ya que no existe una ingesta diaria recomendada de probióticos, por lo que no hay forma de saber exactamente qué alimentos fermentados o qué cantidad es la mejor. Por lo tanto, la pauta general es simplemente agregar tantos alimentos fermentados como sea posible a tu dieta diaria.
Para obtener más información sobre el papel de los probióticos en tu salud general, consulta a tu médico.
Fuente: Harvard Medical School