El caldo de huesos se ha convertido en un aliado para fortalecer el sistema inmunológico gracias a sus múltiples beneficios nutricionales. Esta preparación, obtenida al hervir huesos de res, pollo, cerdo o pescado durante varias horas, libera una amplia variedad de nutrientes esenciales que apoyan la salud integral y, en particular, las defensas del cuerpo.

Uno de los principales beneficios del caldo de huesos es su contenido en minerales como calcio, magnesio, fósforo y zinc. Estos son fundamentales para mantener el equilibrio de los sistemas corporales y apoyar la función inmunitaria.

Propiedades antiinflamatorias

Además, contiene aminoácidos como la glicina y la prolina, que no sólo promueven la salud de los tejidos, también tienen propiedades antiinflamatorias que pueden mejorar la respuesta del organismo frente a infecciones.

Otro componente clave del caldo de huesos es el colágeno, una proteína que al descomponerse en gelatina aporta al intestino los nutrientes necesarios para mantener una barrera intestinal fuerte. Este fortalecimiento intestinal es crucial, ya que gran parte del sistema inmunológico reside en el intestino. Un intestino sano actúa como la primera línea de defensa contra bacterias, virus y otros agentes patógenos.

El caldo también contiene compuestos bioactivos como la glucosamina y el sulfato de condroitina, conocidos por su capacidad para reducir la inflamación y fortalecer las articulaciones, pero que también pueden tener efectos positivos sobre el sistema inmunológico.

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Contra resfriados

Además, la combinación de calor y líquido cálido que ofrece el caldo contribuye a aliviar síntomas de resfriados, como congestión nasal, mientras proporciona una sensación reconfortante.

Para aprovechar al máximo sus beneficios, es importante preparar el caldo de manera adecuada. Usar huesos de alta calidad, preferiblemente orgánicos, y cocerlos a fuego lento durante 12 a 24 horas permite extraer todos los nutrientes.

Puedes enriquecerlo añadiendo vegetales como zanahorias, apio y ajo, cuyos compuestos también tienen propiedades inmunoestimulantes.

Incorporar caldo de huesos a tu dieta, ya sea como base para sopas, guisos o simplemente como bebida caliente, es una forma sencilla y deliciosa de reforzar tus defensas naturales. Su riqueza nutricional lo convierte en un alimento estrella para mantener un sistema inmunológico fuerte y preparado para enfrentar cualquier desafío.

 

Fuente: Healthline