Nuestro cuerpo necesita un tipo de azúcar para sobrevivir, llamada glucosa. La glucosa es el principal alimento del cerebro y una fuente muy importante de combustible para todo el cuerpo, a decir de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH por sus siglas en inglés).

Sin embargo, no es necesario añadir glucosa a la dieta diaria, pues el cuerpo puede generar la glucosa que necesita al descomponer las moléculas de los alimentos, como los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas.

Conoce más: Comer demasiada azúcar, ¿puede ser dañino para el corazón?

Edulcorantes y azúcares, medidas de prevención

Algunos azúcares se encuentran naturalmente en los alimentos, como en las frutas, las verduras y la leche. Las personas que añaden azúcares complejos a la dieta pueden padecer obesidad. 

Varios estudios han encontrado una relación directa entre el exceso de consumo de azúcar, la obesidad y los problemas cardiovasculares en todo el mundo.

Edulcorantes

Muchas personas tratan de reducir las calorías cambiando alimentos endulzados con azúcar por alimentos y bebidas dietéticas con edulcorantes bajos en calorías o sin ellas. 

Estos edulcorantes artificiales, también conocidos como sustitutos de azúcar, son muchas veces más dulces que el azúcar de mesa, por lo cual se necesitan cantidades más pequeñas para crear el mismo nivel de dulzor.

Algunas investigaciones sugieren que el intenso sabor dulce de los edulcorantes artificiales bajos en calorías puede llevar a una preferencia por las cosas dulces. Esto, a su vez, podría conducir a comer en exceso.

“Cuando los niños crecen comiendo muchos alimentos dulces, tienden a desarrollar una preferencia por los dulces. Sin embargo, si se les da una variedad de alimentos saludables como frutas y verduras desde etapas iniciales de la vida, también van a desarrollar un gusto por ellos”, mencionó Kristina Rother, pediatra y experta de los institutos.

Recuerda que la clave para tener una buena salud es comer una dieta balanceada y realizar actividad física. Si tienes dudas sobre tu alimentación, acércate a un especialista en nutrición.

 

Fuente: Institutos Nacionales de la Salud (NIH por sus siglas en inglés)