Sugerencias de preparación

El pollo es un favorito absoluto de muchas personas alrededor del mundo para innumerables comidas, incluyendo salteados, sándwiches, pastas, sopas, guisados y más.

Ten a la mano pechugas de pollo deshuesadas y sin piel como proteína para preparar la comida. Simplemente agrega un grano integral (como arroz, quinoa o pasta) y una verdura (¿brócoli, ejotes o zanahorias, tal vez?) y la cena estará en camino.

Para realzar el sabor, espolvorea hierbas y especias básicas de la despensa como albahaca seca, romero, orégano o ajo en polvo sobre el pollo antes de cocinarlo.

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Guárdalo para más tarde

Esta carne es muy fácil de conservar para preparar comidas saludables en el futuro. La pechuga de pollo cruda se puede congelar en su empaque original (pero será más fácil sacarla individualmente si separas las pechugas en sus propios paquetes de aluminio).

El pollo cocido también es muy fácil de congelar. Solo tienes que colocarlo en un recipiente hermético en el congelador durante hasta 9 meses.

Beneficios para la salud

La proteína completa de alta calidad de esta opción de aves de corral puede reforzar tu sistema inmunológico, ayudarte a desarrollar tus músculos y promover la cicatrización de heridas.

 

Fuente: Healthline