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Un nuevo estudio de seguimiento de 5 años que evaluó a pacientes con hipertensión y enfermedad renal crónica descubrió que incorporar de 2 a 4 tazas adicionales de frutas y verduras en su dieta diaria, junto con la terapia farmacológica (uso de medicamentos), resultó en una presión arterial más baja, una mayor reducción de los factores de riesgo cardiovascular y una mayor preservación de la salud renal, en comparación con la terapia farmacológica sola.

A los pacientes se les recetaron específicamente frutas y verduras que aumentan los niveles de pH de la sangre después de su metabolismo. Los efectos protectores sobre la salud renal en el grupo que consumió la dieta rica en frutas y verduras también se observaron en los participantes a los que se les administró un comprimido de bicarbonato de sodio por vía oral diariamente.

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El bicarbonato de sodio también aumenta el pH de la sangre y estos hallazgos sugieren que el reequilibrio del pH plasmático podría haber mediado potencialmente los efectos del aumento del consumo de frutas y verduras en la salud renal.

No obstante, aunque se demostró que ambos mejoran la salud renal, solo consumir frutas y verduras, y no bicarbonato de sodio, redujo la presión arterial y mejoró los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Asimismo, los autores dijeron que un beneficio adicional de incluir más frutas y verduras en el control de la hipertensión es que se necesitarán dosis más bajas de medicamentos antihipertensivos para lograr dichos beneficios sobre la salud.

 

Fuente: Medical News Today